La fecha del 19 de septiembre de 1996, resultó el
inicio de la jornada de Vladimir en Grandes Ligas, al debutar con el
uniforme de los Expos de “Montreal”. Coleccionó su primer hit en su
segundo turno al bate contra nada más y nada menos que el recio lanzador
de los Bravos de “Atlanta”, Steve Avery, aquel 19 de septiembre.
Vladimir consiguió su primer cuadrangular de su carrera y su primera vuelta empujada el 21 de septiembre, un batazo como bateador emergente contra el estelar relevista de los Bravos, Mark Wholers.
Cuando se le preguntó al manager de los Expos, el dominicano Felipe Rojas Alou, al respecto de Vladimir, éste contestó, “Ese muchacho es excepcional”. Explicó que todos los movimientos que realiza son de calidad, y eso le gusta a la gente. Señaló también, que él tiene la bondad de escuchar los consejos con gran naturalidad y cada día se esfuerza por hacerlo mejor en el terreno de juego.
Felipe indicó además que Vladimir alcanzaría el cielo con sus manos si goza de buena salud, lo puede hacer todo, no me cabe la menor duda. Él brillará con luz propia en las Mayores y sólo habrá que esperar los próximos campeonatos.
Guerrero se mantuvo durante ocho “pennants” en el equipo canadiense, y en esos años bateó por arriba de 300 puntos, conectando 234 jonrones, e impulsando 702 carreras, lo que lo convirtió en un verdadero ídolo de la afición de Montreal.
En aquellos años de los 90 y 2000, se decía que el dominicano, de seguir como comenzó, habría que guardarle un nicho en Cooperstown. Continuaremos.
Vladimir consiguió su primer cuadrangular de su carrera y su primera vuelta empujada el 21 de septiembre, un batazo como bateador emergente contra el estelar relevista de los Bravos, Mark Wholers.
Cuando se le preguntó al manager de los Expos, el dominicano Felipe Rojas Alou, al respecto de Vladimir, éste contestó, “Ese muchacho es excepcional”. Explicó que todos los movimientos que realiza son de calidad, y eso le gusta a la gente. Señaló también, que él tiene la bondad de escuchar los consejos con gran naturalidad y cada día se esfuerza por hacerlo mejor en el terreno de juego.
Felipe indicó además que Vladimir alcanzaría el cielo con sus manos si goza de buena salud, lo puede hacer todo, no me cabe la menor duda. Él brillará con luz propia en las Mayores y sólo habrá que esperar los próximos campeonatos.
Guerrero se mantuvo durante ocho “pennants” en el equipo canadiense, y en esos años bateó por arriba de 300 puntos, conectando 234 jonrones, e impulsando 702 carreras, lo que lo convirtió en un verdadero ídolo de la afición de Montreal.
En aquellos años de los 90 y 2000, se decía que el dominicano, de seguir como comenzó, habría que guardarle un nicho en Cooperstown. Continuaremos.
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