martes, 26 de mayo de 2015

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Laso: "El baloncesto es mi vida, no depende de un título"
Gracias. Ha sido muy importante para el club. Han pasado 20 años desde la última vez que ganamos el título. Nuestro presidente, Florentino Pérez, dice "no puede ser un título fácil, si no lo hemos ganado en 20 años". Significa que hay un montón de equipos buenos en Europa y, al final, todo se reduce a un partido, la semifinal y la final. Todo el trabajo previo que se realizó antes se reduce a eso. Personalmente, estoy muy feliz, sobre todo por la forma en que mis jugadores respondieron y por el camino que seguimos durante toda la temporada. Al final, ves todo eso reconocido cuando te conviertes en el campeón, pero también doy mucho mérito a que hemos estado en tres finales de la competicións seguidas.

Su equipo necesito un tiempo para adaptarse, pero alcanzó su punto óptimo en el momento adecuado, ¿esa era la meta durante toda la temporada?
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Se ha hablado mucho sobre eso, pero lo cierto es que este es un equipo diferente. Con la perdida de jugadores importantes en papeles importantes, la llegada de nuevos jugadores y el hecho de que la Copa del Mundo terminara tan tarde, supimos que los dos-tres primeros meses de competición sería para construir el equipo. Indepedientemente de los resultados y aunque el equipo siempre compitió bien, nuestro objetivo siempre fue crear un equipo y eso nos llevó un poco de tiempo. Poco a poco, el equipo comenzó a crecer, especialmente desde el inicio del Top-16. El equipo mejoró día a día y no tuvimos lesiones importantes en 2015. Llegamos a la Final Four en muy buena forma.
Los nuevos jugadores como Nocioni, KC Rivers y Maciulis dieron un paso adelante en la Final Four, en el plano de la agresividad y lo físico, ¿cómo fueron de importantes para conquistar la Euroliga?
Creo que nos han dado carácter. Son ganadores, cada un con sus propias circunstancias, pero el Chapu (Nocioni) da mucho en la cancha y lo ha hecho desde el primer día. Jonas es un jugador experimentado y muy versátil, que puede hacerlo bien en varias posiciones. KC era un complemento perfecto para todos los hombres del perímetro. Hay que añadir la llegada de Gustavo Ayón en la zona, un jugador muy fuerte bajo el aro y capaz de rebotear, que ha estado en la NBA perjudicado por las lesiones. Poco a poco y con el paso de los meses nos acostumbramos a ellos. Se necesita tiempo y estos cuatro jugadores, además de Facu Campazzo, fueron capaces de darno muy buenos momentos durante la temporada. Estoy feliz de que hayan sido muy importantes en la Final Four.
Su equipo ha roto el récord de asistencias de la Euroliga en dos ocasiones esta temporada, ¿Cómo de orgulloso está de hacer del Madrid un equipo tan divertido?
Bueno, sí me gusta, porque eso hace que todo el equipo involucrado. Me gusta que mi equipo sea considerado impredecible y muchas veces se logra, con el movimiento del balón, ver a los compañeros abiertos, encontrar las mejores opciones... Es algo que hemos mejorado y tabajado duro para conseguirlo. Recuerdo que no cometimos ninguna perdida con tra el Fenerbahçe e hicimos un número de asistencias. El equipo juega muy bien en ataque. No hay muchas perdidas, mantenemos un buen ritmo, siendo fieles a nuestro estilo de juego. Hemos sido mejores a la hora de pasar el balón y eso hace que me sienta muy orgulloso.
En realidad, ustedes dieron 18 asistencias en la primera mitad ante el Fenerbahçe. Todo fue perfecto en el segundo cuarto, algo impensable en una semifinal de la Final Four. ¿Qué permitió al equipo jugar tan bien de forma inmediata?
Obviamente, preparamos muy bien el partido. Sabíamos sus puntos fuertes, así como ellos los nuestros. En estos encuentros, se trata de conocer muy bien a tu oponente y ambos nos estudiamos mucho, pero hay algo que también es imporante ser capaz de utilizar el talento. Utilizamos nuestra circulación de balón para encontrar a nuestros tiradores abiertos. Toda buena situación en ataque se convertía en una canasta. El segundo cuarto define lo que queremos hacer como equipo y fue clave para llegar a la final.
El Madrid permitió 100 puntos en la final de 2013 ante el Olympiacos, 98 en la prórroga ante el Maccabi la temporada pasada y apenas 59 en esta ocasión. ¿Esa fue la lección más importante que aprendió, que una mejor defensa podría ser suficiente para ganar?
Al final parece que los equipos que permiten un menos número de puntos juegan mejor en defensa y en muchas ocasiones no es así: es porque hacen muy largas sus posesiones en ataque. Es difícil hablar de ataque en baloncesto, sin pensar primero en defensa. La gente decía que éramos un gran equipo ofensivo, pero no estaba muy de acuerdo.Si hay un entrenador que trabaja duro en el aspecto defensivo soy yo. Sé lo importante que es, sobre todo si se quiere imponer un ritmo alto. En ese sentido siempre estoy centrado en la defensa. Lo que creqo que hemos cambiado es la fortaleza mental en ciertas situaciones, siendo más agresivos. Es algo que se aprende con los jugadores que han estado en situaciones anteriores a ese nivel y con los recién llegados.
Su equipo limitó a Spanoulis a sólo 3 puntos, el Olympiacos es mucho más que un solo jugador, pero utilizó varios defensores sobre él. ¿Cuál fue la idea detrás de esto?
Sabíamos que no había un solo defensor para Spanoulis. Es uno de los mejores jugadores en el uno contra uno en Europo, si no el mejor. Tiene carácter y la determinación de crecer en los momentos decisivos. Sabíamos que teníamos que utiliza diferentes jugadores sobre él para cansarle y no acostumbrarle a la defensa de un solo jugador. Utilizamos algunas de las cosas que habíamos preparado y combinamos jugadores para defenderlo. En términos generales, hicimos un trabajo realmente bueno sobre él, sabiendo que es el tipo de jugador que puedes defender bien, pero que a pesar de eso puede encontrar la manera de anotar. Hicimos un buen trabajo defensivo contra el Olympiacos, en definitiva. Ninguno de sus jugadores rompieron el guion que habíamos planeado. Lojeski es un jugador que siempre nos daba problemas y tuvo un buen partido, pero nos las arreglamos para detenerlo en los momentos importantes.
Usted dijo que durante el verano muchas personas le detenían en la playa y le decían que el Madrid tenía que ganar la Euroliga. Ahora que toda ha terminado, ¿puede usted decir cuánta presión había y si, finalmente, fue una presión positiva?
Tienes presión, pero también hay motivación y el apoyo de esa misma gente. Tienes que tratar de llevarlo de la mejor manera que se pueda, creo que mis jugadores tenían mucha presión, pero trataron de convertirla en algo positiva como motivación. El apoyo de nuestro aficionados fue clave. El equipo sintió que estaba recibiendo ayuda en los momentos más importantes en los dos partidos.
Usted pertenece a una familia muy vinculada al baloncesto. Su padre, Pepe Laso, fue entrenador durante varias décadas, ¿es la Euroliga la recompensa final para una familia como la suya?
Yo diría que, para mí, lo más importantes es el abrazo que recibó de mis hijos al final del partido. Cuando el encuentro había terminado y mis tres hijos entraron en la cancha y se abrazaron a mí, fue el momento más emotivo. ¿Por qué? Porque ven las muchas horas que le dedicas a este trabajo y los muchos viajes que tienes que hacer durante el año. Ellos están muy contentos y, por supuesto, también mi esposa. Por encima de todo, ellos tiene en cuanta lo duro e importante que es este trabajo. Me encantó ver que todos mis jugadores trajeron a sus familias a la cancha. Vi a la mujer de Sergio Rodríguez, a la novia de Llull, a la familia de Felipe Reyes... fue un momento muy emotivo. En mi caso es cierto que vengo de una familia de baloncesto, pero para mí el baloncesto es mi vida desde que era un niño y no depende de un determinado título. Ganar la Euroliga es un gran logro, el mejor título que puedes ganar como técnico. Pero eso no va a cambiar lo que soy o cómo veo el baloncesto.
Si alguien le hubiera dicho hace cinco años que jugaría tres finales de la Euroliga y que ganaría un campeonato, ¿qué le habría dicho?
No sé, probablemente... ¡me habría reído! Es un logro muy importante. Estamos hablando de tener la suerte de entrenar a un gran equipo con grandes jugadores y eso es lo que te permite obtener los objetivos de este tipo. Me siento muy orgulloso de todo lo que he conseguido desde que empecé a entrenar a este equipo, pero también me sentí orgulloso de entrenar en San Sebastián, con objetivos muy diferentes. Al final, como una persona vinculada al baloncesto, le doy mucho valor a toda mi carrera como técnico.

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