viernes, 15 de mayo de 2015

AS
El Real Madrid lo intenta de nuevo: la Novena espera
La Final Four viene a ser como la lotería: uno participa con la mayor de las ilusiones y no gana casi nunca. Y, aunque la lógica diga lo contrario, cuantos más boletos lleves, menos te sonríe la fortuna. ¿No me creen? En siete de las últimas diez ediciones el equipo con mejor balance cayó en semifinales. En esta cita de Madrid, ese honor tampoco recompensado es para el CSKA (25 triunfos y 3 derrotas, por 22-5 del Fenerbahçe, 22-6 del Real y 21-7 del Olympiacos). Los rusos son favoritos por plantilla y resultados, pero no en las casas de apuestas, donde encumbran al anfitrión, al Madrid (sigue el partido en directo en as.com).

Hay algo que no cambia con los años: siempre hay tres fracasados y un triunfador. Por eso, la receta milagro, salvo que te llames Obradovic (8 títulos en 13 presencias), se mantiene invariable: volver para intentarlo de nuevo. Reiteración y tenacidad hasta el hartazgo. Recuerden que hace cuatro años, cuando el Madrid fue vapuleado en el Sant Jordi, algunos opinaban que para tal ridículo, mejor quedarse en casa. Error de concepto. Desde 1988 nadie ha llegado tantas veces a la Final Four como el Barça y el CSKA, 28 veces entre los dos y apenas dos trofeos por barba. Los rusos solo han faltado a la cita una vez en los últimos 13 años. Y aquí siguen, dale que te pego… El Olympiacos falló en 5 de sus 8 presencias, el Maccabi en 8 de 12… El Madrid ganó la Octava en 1995, hace 20 años, volvió en 1996 para desaparecer durante tres lustros. En 2011 asomó la cabeza de nuevo y se la partieron, y en 2013 se coló en la final. Como en 2014. Ha entendido el camino, la fe en la perseverancia. Y lo intentará de nuevo, ahora en casa, en un Palacio vestidito de blanco en más de la mitad de su aforo (12.300).
Alzan el telón el CSKA y el Olympiacos y a las 21:00, Madrid-­Fenerbahçe. Desde 2007 no había ni anfitrión ni debutante, y hoy se cruzan ambos. Un Fenerbahçe con el segundo presupuesto más elevado (unos 33 millones), un nuevo rico listo para campeonar. Exhibe bloque multiusos, cuida el balón y es un trilero de los desajustes, con figuras como Goudelock (la Mini Mamba, por Kobe) y dos amenazas intimidatorias: Vesely­, un atleta de 2,10, ferocidad por encima del aro y rebote de ataque, y Bjelica, MVP del curso y más rebote, un base en cuerpo de pívot. Arranca los ataques emboscado en las esquinas, tras la línea de tres para abrir el campo, y los termina con tiro, penetración, jugada al poste, pase, corte… Todo es posible, de ahí su peligro. Desafío extremo para Reyes y Ayón, para Nocioni, quien le tuteló en Vitoria. Una batalla que vale una final, un combate sobre un tablero de ajedrez en el que el Madrid puede sangrar al enemigo en el cara a cara de los bases, con los Sergios a otro nivel frente a Zisis. La Novena espera paciente.

0 comentarios:

Publicar un comentario