IRVING -- Greg Hardy no quiere nada más que recompensar al propietario
de los Dallas Cowboys, Jerry Jones, por ignorar su historial e invertir
en el problemático ala defensiva.
"Lo que haré es asegurarme que Jerry esté contento", dijo Hardy a WFAA-TV
en Dallas --sus primeros comentarios públicos desde que se unió a los
Cowboys-- durante el torneo de golf anual del equipo la semana pasada.
"[Porque] él se arriesgó conmigo".
Hardy se perdió todos menos un partido de la temporada pasada tras un
problema de violencia doméstica, del cual derivó una suspensión de 10
partidos por violar la política de conducta personal de la NFL.
Actualmente se encuentra en la lista de exenciones del comisionado y su
apelación será escuchada por la liga el 28 de mayo.
Inicialmente fue hallado culpable de violencia doméstica por un juez
de North Carolina, pero los cargos fueron desechados cuando la acusadora
no cooperó para el juicio por jurado. Desde entonces, Hardy pidió que
su expediente fuese limpiado y solicitó que le devolvieran todas las
armas confiscadas por la oficina del Alguacil del Condado de
Mecklenburg.
Hardy prometió mantener su mejor comportamiento con los Cowboys, aunque sus mensajes en Twitter han molestado a la directiva y al coach Jason Garrett en más de una ocasión.
"Ser yo mismo otra vez. Ser alguien amable y considerado. Ayudar a la
gente. Mantener mucho amor en mi corazón", sostuvo Hardy. "No meterme
en problemas [...] mantener a todos los demás contentos. A mis
aficionados [...] y conservar sonrisas en los rostros".
Hardy tuvo 26 capturas en sus últimos dos temporadas completas con
los Carolina Panthers, y en el único juego que vio en el 2014 registró
una. Como equipo, los Cowboys sumaron apenas 28 capturas la temporada
pasada.
"Mi éxito ya está asegurado", dijo Hardy. "Soy un ala defensiva de Pro Bowl. Sólo debo seguir con lo que hago".
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