“Ha sido increíble. De esto es de lo que tratan las carreras de la
Indycar, son carreras hasta el último momento. Los chicos del equipo
Penske hicieron un trabajo increíble. Tenía la sensación de tener un
gran coche, pero esa pelea del final fue muy dura, todo el tiempo a
fondo hasta el final. Ha sido muy alucinante”, explicaba un eufórico
Juan Pablo Montoya tras ganar las 500 Millas de Indianápolis quince años
después de su primer triunfo en la mítica carrera.
El colombiano de 39 años, que se impuso con una media de velocidad de
259,653 kilómetros por hora en las más de tres horas que duró la
carrera, libró una fantástica batalla con el australiano Power y el
neozelandés Dixon. “Lo que realmente importan son las últimas quince
vueltas, probablemente lo mejor de las carreras. Entre Power, Dixon y yo
nos tenemos mucho respeto, entendemos el riesgo y cuándo tenemos que
tomarlo, por lo que hizo el final de carrera fue tremendamente
divertido”, afirmaba The One, líder de la Indycar con 25 puntos de
ventaja sobre Power.
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