MADRID -- Andy Murray fue "el" protagonista. Este domingo, muy superior a Rafael Nadal, ganó por 6-3 y 6-2 y se quedo con el Masters 1000 de Madrid.
Fue un arranque "furioso" de Murray, que ganó 12 de los primeros 14
puntos para ponerse 3-0. A partir de ahí, situación pareja con Nadal
intentando jugar algo más profundo. Así, tuvo dos chances para recuperar
el quiebre de servicio en el séptimo game pero no los pudo capitalizar.
Más allá de la paridad en el segundo tramo del parcial, fue 6-3 para el
escocés luego de 40 minutos de juego.
Ya en el segundo, Murray volvió a quebrar de arranque para ponerse
2-0. Pero,
claro, un segundo quiebre para el 3-0 y saque del escocés
terminaron de finiquitar las chances del español. Fue 6-3 y 6-2 en una
hora y 28 minutos para el británico que neutralizó toda chance de Nadal,
lejos de su explosividad típica para reaccionar en momentos de tensión.
Cabe recordar que Nadal necesitaba hacerse con el título para no caer hasta el séptimo lugar del ranking,
la que será su peor marca desde mayo de 2005. No hay error: en los
últimos 10 años, el español nunca había salido del Top 5. Además, no
pudo estirar a 28 su récord de coronas en M1000, tabla que lidera por
sobre Novak Djokovic y Roger Federer, igualados en el segundo lugar con
23.
En Madrid, el español arrastraba 14 triunfos consecutivos y pisaba la
final por sexta vez en las últimas siete ediciones. ¿La única versión
que no lo tuvo en la definición? La de 2012, con el controvertido polvo
azul.
Ante la abrumadora estadística que Nadal ostenta sobre la superficie,
Murray disputaba apenas su primera final en los Masters 1000 de clay.
En apenas siete días tuvo su bautismo de títulos en arcilla, llevándose
el ATP 250 de Munich, y conquistando ahora un título de alto calibre.
0 comentarios:
Publicar un comentario