martes, 19 de mayo de 2015

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MADRID -- Ya son tres temporadas en que el Real Madrid falla en la misión de conquistar al menos uno de los tres títulos grandes, Champions, Liga y Copa del Rey, desde que Florentino Pérez inició su segundo ciclo al frente de la institución merengue en 2009.
Una temporada que el presidente de la institución califica someramente como "dispar", pues el fracaso que comienza a justificarse con la conquista del Mundial de Clubes y, no se nos vaya a olvidar, la racha de 22 victorias seguidas de la primera mitad de la campaña.
El Madrid ha adoptado la costumbre de curarse en salud año con año obviando los descalabros por escandalosos que sean; a veces dando más valor del que tienen a los títulos menores, a veces colgándose del los récords, ya sea institucionales o de sus jugadores y esta vez no será la excepción.
En las últimas seis campañas, el Real Madrid ha ganado apenas dos Copas del Rey, una Liga y una Champions, la famosa 'Décima'; sólo una vez, en 2013-2014, el Madrid logró hacerse con dos títulos la misma temporada, Copa y Champions.

El resto, han servido como trofeos únicos para evitar, en el último momento, un naufragio como el de el año que termina. El palmarés reciente se redondea con una Supercopa de España, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes.
En total, el conjunto merengue ha conquistado ocho títulos de 23 posibles en seis años y ha quedado a deber hasta en la Supercopa de España, con un trofeo conquistado en tres intentos. La última vez que el Madrid cerró un año sin ganar absolutamente nada fue en 2009-2010, la campaña más desastrosa desde que Florentino volvió a hacerse cargo.
Fue la temporada donde el despilfarro en fichajes, que sólo se compara al verano de Gareth Bale. Se había deshecho de 12 jugadores de la gestión anterior, entre ellos Robben y Sneijder para invertir 260 millones en ocho jugadores: 150 en los dos jugadores más caros del momento, Cristiano Ronaldo y Kaká, más otros 110 invertidos en Álvaro Arbeloa, Xabi Alonso, Raúl Albiol, Karim Benzema, la repesca de Esteban Granero y la de Negredo, que un mes después fue vendido al Sevilla por el triple de lo que el Madrid había dado al Almería. De poco valió la 'revolución' en el vestuario.
El Madrid de Pellegrini se quedó a tres puntos del Barcelona, cayó en dieciseisavos de Copa con un Segunda B, el famoso 'Alcorconazo', y se quedó en octavos de final de la Champions League, eliminado por Lyon.
No hubo manera de justificar el fracaso. Por última vez.
Al año siguiente, 2010-2011 el derroche fue menor, solo 75 millones invertidos en Canales, Di María, Pedro León, Khedira, Carvalho y Ozil, además de los ocho millones que tuvo que desembolsar para que el Inter de Milan liberara a José Mourinho. Madrid se aferró al hecho de que acabó con 19 años de sequía al conquistar la Copa del Rey y nada menos que en un clásico gracias al gol de Cristiano Ronaldo que en su segunda campaña como merengue llegó a la cifra de 40 tantos.
Sin embargo, la temporada tuvo con más sombras que luces. Fue la campaña del maratón de clásicos en que el Barcelona dio al traste con el resto de planes del Madrid con la humillante 'manita' (5-0) en el Camp Nou en una Liga en la que el cuadro merengue quedó a cuatro puntos de la cima (igual que hoy) y con la eliminación en semifinales de Champions.
Para la 2011-2012, el Madrid por fin ganó una Liga después de cuatro años de sequía. Lo hizo, además, imponiendo el récord de 100 puntos gracias a las 32 victorias, 4 empates y dos derrotas cosechadas en el año, mientras Cristiano Ronaldo comenzaba a dar visos de leyenda: 46 tantos marcados en la Liga para un total de 60 en la campaña. En total, el equipo merengue anotó 121 tantos, marca que permanece vigente.
Sin embargo, también fue la campaña que inició con una polémica Supercopa de España (que perdió el Real Madrid), la del 'dedo en el ojo' de Tito Vilanova y el subsecuente insulto al ayudante de Pep. En Liga, la visita al Camp Nou se saldó con una humillante 'manita' (5-0) y la tensión entre ambos equipos, Mourinho mediante, alcanzó el límite del absurdo y tuvo como consecuencia (también a través de Mourinho) la estigmatización del capitán merengue por su intento de evitar una crisis en la selección.
De nuevo se les atravesó el Barcelona en el camino para quedar eliminados en los cuartos de final de la Copa del Rey. En Champions, volvieron a quedarse en semifinales, esta vez eliminados por el Bayern. A ese convulso año siguió la última campaña de Mourinho, 2012-2013.
Al portugués lo había salvado esa Liga de récord (que bien entrado diciembres seguía figurando en los discursos institucionales), pero la tensión ya era insostenible. Florentino decidió cerrarle el grifo - ya que le había dado poder absoluto en todo lo demás. Llegó Essien a préstamo, subió Morata y sólo se fichó a Luka Modric por 30 millones. Después vino la lesión de Iker (que terminó repudiado y condenado a la banca) y el fichaje invernal de Diego López por cuatro millones.
La Casa Blanca arrancó la temporada con el pie derecho venciendo al Barcelona para adjudicarse la Supercopa de España. Cristiano no logró el Pichichi, marcó 34 goles en Liga., uno más que en su primer año, pero llegó, en total, a 55 tantos, superando la marca de 50 goles por tercer año consecutivo. 200 tantos marcados en cuatro temporadas, para superar a Amancio Amaro como décimo goleador histórico merengue. Así que Madrid tuvo con la Supercopa y Cristiano para vivir el año entero, puesto que al final, cuando realmente contaba para algo, se quedó con las manos vacías: otra vez segundo en Liga, cinco puntos atrás del Barcelona; cayó en la final de la Copa del Rey ante el Atlético de Madrid en su propia casa y fue eliminado en semifinales de Champions por el Borussia Dortmund.
El hecho de que no cayera ninguno de los tres títulos grandes (inadmisible en la institución), que la ruptura en el vestidor era total y que el mandatario debía convocar a elecciones, obligaron al cambio de mando. La paz llegó con Ancelotti, un técnico diametralmente opuesto a Mourinho en cuestión de carácter. La esperanza, con Gareth Bale, el jugador más caro del mundo, quien costara 100 millones (110 de acuerdo con el Tottenham) al Real Madrid.
También hubo un intento de españolizar al equipo con los 76 millones invertidos en los fichajes de Isco, Illarramendi y la recompra de Dani Carvajal. Y esa ha sido, hasta ahora, la única temporada realmente exitosa del conjunto merengue de 2009 a la fecha. Aunque quedó tercero en la Liga, se hizo con la Copa del Rey al vencer a Barcelona por 2-1 en Mestalla y, lo más importante, conquistó por fin la ansiada 'Décima' después de 12 años de sequía europea.
Para celebrarlo, hubo una fiesta sin precedentes en el Bernabéu y hasta la grabación de una 'canción especial' que hoy ha reemplazado el himno de Plácido Domingo como preludio a los partidos. Y que, desde luego y aún eliminados en la contienda, continúa vigente en cada discurso institucional. Cristiano Ronaldo, con todo y la rodilla maltrecha, subió varios escalafones como leyenda merengue. Pichichi por segunda vez con 31 tantos en liga, cerró la campaña con 51 tantos, 17 europeos, para convertirse en el máximo goleador en una temporada en la Champions y superar el récord Europeo de Di Stéfano con 51 goles.
En total, 251 goles con la camiseta merengue, superando los récords de Hugo Sánchez y Fenrec Puscas para convertirse en el quinto máximo goleador de la institución.
La temporada que termina comenzó con un gasto de 110 millones en los jugadores de moda tras un gran Mundial, James, Keylor y Toni Kroos , y la esperanza de un 'sextete', misma que se perdió cuando en agosto dejó la Supercopa de España en manos del Atlético. Conquistada la Supercopa de Europa y el Mundial de clubes, Madrid se veía a sí mismo imparable. Luego llegó la crisis.
El absurdo fichaje de Lucas Silva. La eliminación en octavos de final de la Copa del Rey. Sufrió graves lesiones simultáneas, el bajó del 'Balón de Oro', el humillante 4-0 en el Calderón y la polémica fiesta.
Se intensificó el repudio a Iker y a Gareth Bale (que se defendió tapándose los oídos) y hasta el dueño de casi todas las marcas blancas, Cristiano Ronaldo, sufrió el escarnio de la grada, cada vez más cansada de la gestión de Florentino. Pero, ¡ey!, que ganaron la Supercopa de Europa en agosto y Mundial de Clubes en diciembre, que impusieron una marca de 22 victorias consecutivas. Y Cristiano, con 309 goles, ya ha superado a Di Stéfano y está a 13 de cazar a Raúl.

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