WELLINGTON -- Argentina, pese a su reacción en el final del partido,
sufrió esta madrugada una derrota inapelable ante Ghana por 3 a 2 y
comprometió su futuro en el Mundial Sub 20 de Nueva Zelanda a falta de
una sola fecha para el cierre del Grupo B.
En el estadio Westpac de la capital Wellington, los africanos se
impusieron por la segunda fecha con goles de Benjamin Tetteh (44m.PT),
Clifford Aboagye (14m.ST) y Yaw Yeboah (24m.ST), de penal. Los
delanteros Giovanni Simeone y Emiliano Buendía descontaron a los 35 y 45
minutos del segundo tiempo.
El seleccionado argentino, máximo campeón de la categoría con seis
títulos (1979, 1995, 1997, 2001, 2005 y 2007), deberá indefectiblemente
ganar su último compromiso de la primera ronda ante Austria en la
madrugada del próximo viernes (1.00) para clasificarse a octavos de
final como primero, segundo o uno de los cuatro mejores terceros.
Ghana, campeón mundial sub 20 en 2009, lidera la zona con 4 puntos;
los austríacos, que hoy vencieron a Panamá (2-1), tienen las mismas
unidades pero con menos goles a favor; Argentina aparece tercero con un
punto y Panamá, último también con 1 pero con un tanto menos en su
haber.
El equipo de Humberto Grondona la pasó decididamente mal durante el
primer tiempo del partido que enfrentó a los finalistas del Mundial
2001. Articulado desde el centro del campo por el jugador del Cagliari
italiano Godfred Donsah, de gran claridad conceptual, Ghana se plantó
como dominador del juego y desniveló por los costados con la potencia
física de sus marcadores y mediocampistas laterales.
Cada vez que uno de ellos rompía la contención de Leonardo Rolón por
derecha o Lucas Suárez por la izquierda, la línea defensiva de tres
hombres quedaba desequilibrada y, en efecto, el arco "albiceleste"
corría serios riesgos de vulnerabilidad.
Augusto Batalla estuvo a los revolcones ya desde el comienzo del
encuentro. Neutralizó llegadas francas al área de los atacantes
ghaneses, conjuró algunos cabezazos y también resolvió disparos de media
distancia, pero no pudo evitar la caída de su valla a los 44 minutos
cuando un disparo de Benjamin Tetteh lo descolcó tras un roce en Rolón,
que llegó tarde a un cierre para asistir a una zaga desacomodada.
La apertura del marcador fue una consecuencia lógica del desarrollo
de la primera mitad, en la que Argentina nunca logró hacerse de la
tenencia de la pelota y tuvo apenas dos llegadas (muy claras).
La primera fue a los 24 en los pies de Andrés Cubas, que llegó a
posición de delantero en una contra, recibió una excelente habilitación
de Angel Correa, enganchó para desairar a un marcador y definió débil
con la derecha.
Dos minutos después, en una acción similar, Correa apareció lanzado
en el área, hizo una pausa y levantó su remate por encima del travesaño.
El mejor tramo del partido para Argentina sucedió al comenzar el
segundo período, no como consecuencia del juego, sino por la disposición
de dos chances para igualar por la vía aérea. Antes del minuto, Simeone
lo tuvo en el área menor y a los 4 Rodrigo Moreira hizo luciar al
arquero Lawrence Ati luego de la ejecución de una pelota parada.
Con la intención de capitalizar ese lapso favorable, Grondona ordenó
de inmediato el ingreso de Cristian Espinoza para ganar mayor desborde
por izquierda, pues en la derecha Rolón mostraba la profundidad que no
tuvo en el primer tiempo.
El partido quedó entonces planteado con Argentina en campo rival,
dedicada a la elaboración paciente de una ocasión de gol, y Ghana
agazapado para lastimar de contragolpe, algo que logró con notable
eficacia, en su primera oportunidad del complemento.
Como sucedió la fecha anterior ante Panamá (2-2), el equipo de
Grondona quedó expuesto tras perder una pelota desplegado en ofensiva y
los africanos pusieron a Aboadye cara a cara con Batalla para la
conquista del segundo gol con una definición precisa.
Fue un tremendo golpe anímico para el conjunto "albiceleste", que al
rato sufrió la tercera caída de su valla cuando Facundo Monteseirín
cometió un penal bien sancionado por el árbitro serbio Iván Bebek.
El ingreso de Alejandro Romero Gamarra por Rolón fue el último
manotazo del entrenador y ciertamente rescató de manera parcial al
equipo, puesto que brindó algo de lucidez en medio de una gran confusión
por el resultado inesperado.
Así, en los diez minutos finales, Argentina llegó dos veces al
descuento, primero con un tanto de Simeone tras el único error del
arquero ghanés en el partido y luego con un tiro del ingresado Buendía
en una jugada confusa dentro del área.
El 2-3 generó esperanzas para la hazaña en el descuento, aunque fue
Ghana el que estuvo más cerca del cuarto gol. La reacción argentina fue
meritoria pero no alcanzó a disimular las falencias de una estructura
descompensada, que deberá recomponerse ante Austria para no destruir el
sueño de la séptima estrella en la fase inicial del Mundial.
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