El deporte femenino español es una fábrica de éxitos imparable...
Ayer mismo llegaron dos más: en Oceanía y en Europa. Y las protagonistas
fueron Carolina Marín y Maialen Chourraut. La onubense conquistó en
Sydney el Open de Australia de bádminton donde tumbó a la china Shixiang
Wang en dos sets (22-20 y 21-18) y 58 minutos. “Va por ti abuelo”,
apuntaba al cielo la campeona mundial en señal de duelo.
En 2015, Carolina, de 21 años, suma tres títulos de postín. El All
England, Malaisia, ambos grandslam (Super Series Premier), y este en
Australia (una categoría inferior). De Sydney viajará a Indonesia donde
esta semana disputa el tercer grande del año en Yakarta. Si gana se
convertiría en número uno del mundo (es segunda) y si llega lejos
también podría serlo, aunque depende de lo que haga la china Li Xuerui.
Carolina tuvo tiempo para mirar su móvil y retuitear la siguiente
noticia: “Maialen Chourraut, campeona de Europa de eslalon en K1 aguas
bravas”.
De oro. La bronce olímpico en Londres volvía a la
élite en Leipzig (Alemania). A sus 32 años, la vida de la palista
cambió en 2013 cuando nació Ane, su hija, que ayer le acompañaba en el
embalse teutón. “Tengo el nivel de antes”, avisó. Y no falló, se colgó
el oro continental. “Aseguré entrar en la final y me la jugué. No tenía
nada que perder. Estoy muy contenta y liberada. La sensación es nueva”,
decía la de Lasarte, que confiesa: “Ahora tengo que administrar mejor mi
tiempo y rendir al máximo en competición”.
Este oro le abre a Maialen el camino de los Juegos de Río. “Es el
gran objetivo”, dijo. Allí irá también Carolina. Se sacan diez años,
pero ambas lucharán por una medalla. Están de moda, como el deporte
femenino.
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