Ricardinho es el mejor jugador del mundo. Una bestia
que asegura esforzarse en cada partido para que los espectadores
amorticen “cada céntimo que pagan por su entrada”. Y los 4.500 que
abarrotaron este sábado el Montemadrid de Alcalá nunca pagaron algo tan
barato. El portugués dio un recital de cinco goles que tumbó a un ElPozo que nada pudo hacer ante el astro luso (7-3).
Aún así, fue ElPozo quizá el que comenzó mejor. Al menos hasta que Raúl Campos
convirtió ese dominio en el 0-1, con un gol casi sin ángulo. Pero el
tanto despertó a los locales, que subieron la línea de presión y tomaron
el mando, mientras los murcianos no tenían más remedio que defender con
faltas, hasta el punto de sumar cinco con aún nueve minutos por delante
hasta el descanso. “Encarad, encarad”, pedía Velasco, técnico de los de
Alcalá.
En cada choque saltaban chispas que anunciaban la importancia del
partido, esos momentos donde un crack tiene que aparecer y en los que
Ricardinho no suele faltar a la cita. Suyo fue el empate, tras
aprovechar un robo de Daniel a Miguelín (1-1), pero ahí
no acabó la exhibición. En un último minuto de la primera mitad fatal
para los murcianos, el portugués demostró que también es letal desde el
doble-penalti. Dos tuvo y dos enchufó, uno a cada escuadra, sin que
Fabio, muy acertado hasta entonces, pudiera hacer nada…
El 3-1 dio tranquilidad a un Inter que salió muy
suelto tras la reanudación. Rafael arrancó una jugada desde su campo con
un pase largo que recibió Cardinal, en posición de pívot, para ceder el
balón de nuevo al brasileño para que cruzara ante Fabio. El primer
partido de la final se iba tiñendo de color local, pero Álex, el mejor en los de Duda, se resistía (4-2).
Borja con el 5-2 pareció controlar de nuevo el partido hasta que
Cardinal vio la roja en dos acciones absurdas, lo que permitió a Álex
marcar en superioridad el golazo del partido con vaselina a Herrero
(5-3). ElPozo, ya con portero-jugador, volvía a creer,
pero Ricardinho no iba a permitir que nadie le robara los focos.
Primero, pared sin mirar con Rivillos para cerrar la victoria (6-3) y,
luego, ‘ruleta’ en la frontal para terminar a hundir a un ElPozo al que
el marcador quizá castigó demasiado. Porque los de Duda sí dejaron sensaciones de poder dar guerra en lo que queda de final, aunque para ello tengan que parar a un mago portugués llamado Ricardinho.
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