Caminaba con un maletín en la mano, siguiendo al inefable Arai cuando Takahiro Hachigo,
55 años, escasa estatura, gafas de metal, se encontró con Ron Dennis y
el británico le presentó sus respetos. Hachigo es, desde finales del
pasado mes de febrero, el presidente de Honda, y está en Spielberg de visita.
Quiere ver cómo es esto de la F-1 y comprobar el desastre que supone,
de momento, el retorno de su marca a este deporte. Porque el de Austria
está siendo, probablemente, el peor gran premio del año para McLaren Honda. Los dos coches saldrán últimos y con sanciones por cumplir en carrera.
Alonso, con 25 puestos de sanción, 20 por motor y 5 por sustituir la caja de cambios. Y Button, 25 por la unidad de potencia.
Finalmente el español saldrá por delante porque fue decimoquinto en la
clasificatoria y su compañero inglés, decimoséptimo. Después el asturiano tendrá que cumplir un drive through en las tres primeras vueltas y Button un stop and go de cinco segundos,
también al inicio de la carrera. Fernando deberá pasar por el pit lane
sin detenerse, pero a la velocidad permitida y Jenson tendrá que parar
cinco segundos en ese mismo lugar y después continuar la carrera.
El bicampeón, al menos se clasificó para la Q2 y
estuvo más cerca en tiempos del resto que en otras citas del Mundial. La
única buena noticia es que las evoluciones aerodinámicas funcionan. Y
ya. Porque la fiabilidad ha sido un lastre muy importante. Si el viernes
apenas rodaban los dos coches y tenían que cambiar motor, el quinto en
ambos casos, hasta el sexto en algún componente de Button, ayer no
mejoró.
Por ejemplo, Alonso en los últimos libres volvió a quedarse apenas
sin rodar. Saludando y con el casco puesto y Edo Bendinelli como fiel
centinela, junto al asturiano, de regreso al box. Andando. Poco después
comenzó a llover con fuerza en Spielberg. La imagen del español era la de un piloto resignado a luchar contra los elementos,
atrapado en un equipo que a fuerza de arriesgar se ha convertido en un
caos. Se quedó parado en la recta de meta cuando era decimoquinto, a 1.1
segundos de Vettel en ese momento primero con el Ferrari. Una nueva avería en el McLaren Honda que había cambiado casi todo el motor. Igual que su colega británico que sustituyó el motor de combustión, el turbo, el MGU-H y el MGU-K.
Mientras, Fernando sigue tratando de meterse en su papel de piloto de
pruebas, intentando comprender el desastre en busca de tiempos mejores:
“Saldremos los McLaren a medio minuto del penúltimo,
con unas sanciones y otras, pero así son las reglas y lo sabemos desde
enero. No hemos hecho bien nuestro trabajo en cuanto a fiabilidad. Y
ahora podemos darnos golpes o aprender, y haremos lo segundo”. Y un
mensaje positivo: “Las mejoras del coche todas funcionan”. Mira al mañana el español ,que saludó a un Hachigo emocionado al estrechar la mano del samurai astur.
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