MIAMI -- Jason Hammel llenó de ponches a la alineación de los Marlins de Miami y los Cachorros de Chicago se impusieron 5-1 en el inicio Capital del Sol.
Hammel abanicó a 11 bateadores en sus primeros seis innings de
actuación (trabajó en total 6.2 episodios, sin ponches en el séptimo),
la cifra más alta en sus diez temporadas en las Mayores.
Los Cachorros definieron temprano el partido ante el novato dominicano José Ureña, un jovencito de 23 años que hacía apenas su segunda apertura en Grandes Ligas.
Dexter Fowler abrió el partido con hit y el debutante Kris Bryant recibió boleto.
Anthony Rizzo
despachó doblete remolcador de una carrera, que llevó a Bryant hasta
tercera, desde donde anotó por rola impulsadora del cubano Jorge Soler.
En el cuarto, Chicago añadió otra por pasaporte al ex Marlin Chris Coghlan, quien pasó a segunda en roletazo de Hammel a la antesala y anotó por sencillo del novato Addison Russell.
Miami descontó en el cierre de ese mismo capítulo por imparable de Giancarlo Stanton, wild pitch de Hammel, robo de tercera y error en tiro del cátcher venezolano Miguel Montero
que le abrió las puertas del plato, pero el abridor de los Cachorros se
repuso para cortar la amenaza con dos ponches, a pesar de aceptar otros
hits en el inning del quisqueyano Marcell Ozuna y Christian Yelich.
El puntillazo lo aportó el dominicano Starlin Castro en el octavo con bambinazo solitario, su cuarto de la campaña.
Pero más allá del interés por ver a los prometedores Cachorros,
equipo de gran futuro, la noticia del día era la faena del cubano José Fernández en su primer juego de rehabilitación desde que fue sometido a una operación Tommy John.
Fernández trabajó tres innings en blanco, sin hits, un pasaporte y
siete ponches, los seis últimos de forma consecutiva, en las
instalaciones primaverales del equipo en Jupiter y en la noche andaba
como niño con zapatos nuevos en el Marlins Park
El cubano usó todo su repertorio de envíos y la recta le caminó hasta
97 millas por hora, señal de que la recuperación va viento en popa.
“Me sentí perfectamente bien, sin ninguna molestia. Fue agradable
sentir esa sensación de volver a lanzar frente a bateadores, pero no
quiero apurarme en regresar, para evitar un retroceso”, dijo el Novato
del Año de la Liga Nacional en el 2013.
“La meta es regresar mejor que antes de la cirugía”, añadió
Fernández, quien el sábado volverá a lanzar un partido de Clase A para
continuar su proceso de recuperación.
Los Marlins esperan, con un pronóstico más que conservador, tener de
vuelta a su astro del montículo a más tardar después de la pausa por el
Juego de las Estrellas.
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