martes, 2 de junio de 2015

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Ricardo Gareca
LIMA -- Ricardo Gareca fue meticuloso. Sus atacantes también. Sus carrileros eventuales satisfacían a ambos.
El técnico argentino que dirige a la selección peruana de cara a la Copa América, ensayó ayer durante casi una hora movimientos especiales para tratar de fragilizar a la defensa mexicana.
Gareca sabe cómo, como entrenador y como ex delantero. Sabe que México sufre por arriba y sabe que tiene gente dominante de área, como Paolo Guerrero, Jefferson Farfán, Claudio Pizarro, y jugadores defensivos como Carlos Ascues.

El ensayo consistía en originar desde el centro balones a los arribos de los carrileros eventuales, no definidos. Los centros, en su mayoría lograban el propósito de aterrizar al segundo palo y en el punto penal, y la mayoría de los remates terminaban por ir al arco y a veces a la red. Obviamente la marca sobre ellos no era como deberá darse en el encuentro ante México.
En una práctica que se prolongó por hora y media, con ánimos festivos, Paolo Guerrero, recién transferido de Corinthians a Flamengo, a pesar de su alejamiento de los medios, demostró que es uno de los más motivados para la competencia.
En otro proceso del entrenamiento, Gareca iniciaba con jugadas de arranque por una banda, generando cambios de juego, hasta concluir con otro más, a profundidad, esperando que precisamente el futbolista que había comenzado la jugada, apareciera en el área, en zona totalmente descubierta, de preferencia a segundo poste.
Sabedor de lo importante que son los carrileros en los equipos de Miguel Herrera, técnico del Tri, Gareca fue ensayando despliegues por sorpresa a la zona que eventualmente pudiera quedar desprotegida.
Lo que es evidente es que pretende saltar líneas cuando sea posible, especialmente porque no ha encontrado un generador o un creativo destacado, menos aún tras la marginación de Cristian Benavente, del Real Madrid Castilla, que valoran mucho en la Casa Blanca y en especial los medios y los fanáticos peruanos.
Evidentemente, Gareca prefiere experiencia, aunque contra el fervor popular tampoco citó a Irven Ávila, Paulo Albarracín, Alexander Callens, Gustavo Dulanto, Daniel Chávez y Rinaldo Cruzado.
Mientras se daba este trabajo enfático en penetración y remates, otro grupo trabajó en espacios reducidos, más empeñados en labores defensivas.
Antes del enfrentamiento ante México, la selección peruana se concentraría en la Villa Deportiva Nacional, permanecerán ahí la misma noche después del juego, y hasta el fin de semana podrán reunirse de nuevo con sus familias.

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