Mediada la semana, Sébastien Loeb se encontraba en Marruecos. Había
viajado a Erfoud en lo que supone un nuevo reto en su carrera, probar el
Peugeot 2008 DKR del Dakar. Pues bien, sólo cuatro días después se
hacía con la victoria en Eslovaquia, en la sexta escala del Mundial de
Turismos. Distinto coche, las mismas manos. Un talento indudable el del
francés, ya sea en las dunas o en el asfalto.
Loeb arrancaba octavo en la segunda carrera, en la que la parrilla
invertida situaba al Lada de Jaap van Lagen al frente. Sin embargo, muy
pronto los Citroën pusieron las cosas en su sitio, con los tres C-Elysée
controlando la carrera. Tal fue el dominio de la marca francesa que
copó los dos podios en Eslovaquia. En la primera carrera, ganada por
Yvan Muller, con José María ‘Pechito’ López, líder del campeonato, y
Loeb detrás. En la segunda, con el triunfo de Loeb unido a Pechito y
Muller como segundo y tercero.
“La salida ha sido la clave. Acerté en las decisiones y enseguida me
vi peleando con Gabriele Tarquini. Se defendió bien, pero al final
encontré la puerta por la que entrar”, reconocía Loeb, quien sumaba su
segunda victoria del Mundial 2015 tras la lograda en la cita inaugural
de Argentina.
Tras Eslovaquia, Pechito lidera el WTCC con 239 puntos, 30 más que
Muller y 61 que Loeb. Próxima cita: Paul Ricard, 28 de junio. “El
comportamiento de mi coche ha sido fantástico”, apuntó Loeb. Lo mismo
dijo el miércoles tras probar el Peugeot. Dunas, asfalto...
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