SANTIAGO - Los padres y hermanos de Lionel Messi vivieron un mal momento
cuando promediaba el primer tiempo de la final de la Copa América en el
estadio Nacional, de Santiago, cuando un grupo de hinchas chilenos
intentó agredirlos después de insultarlos y salivarlos.
El hecho se produjo luego de una infracción de Marcelo Díaz a Messi
que derivó en alguna protesta de su familia, que al ser identificada por
los aficionados locales recibió insultos, escupitajos y a punto estuvo
de producirse una agresión física.
Sin embargo, la oportuna intervención del embajador argentino de
Chile, Ginés González García, que retiró a los familiares del capitán
argentino del lugar, evitó que la cuestión se agravara.
El diplomático llevó a los Messi desde el centro de la zona de
plateas hasta la parte superior, donde estuvieron más protegidos,
alejados de los ocupantes del lugar, y así pudieron seguir viendo el
partido ya un poco más tranquilos.
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