BRISTOL -- Doce días después que el comisionado de la NFL, Roger Goodell, le declaró a CNBC
que se acercaba la decisión en torno al castigo apelado del mariscal de
campo Tom Brady, impuesto por su participación en el escándalo de
balones desinflados, este martes rectificó y expuso que no hay un
período de tiempo definido para resolver el caso.
"Obviamente estamos siendo muy extensos y queremos estar seguros de
considerar todos los aspectos de su apelación", expuso Goodell en un
evento de caridad en Pennsylvania. "Tomaremos la decisión tan pronto
como se pueda".
Goodell se graduó de la Washington and Jefferson College en
Washington, Pennsylvania, mientras el árbitro de NFL, Gene Steratore,
nativo de la ciudad, fue un orador invitado en el evento.
Antes del mismo, Goodel detalló sobre la apelación de Brady: "No hay
línea de tiempo. Tenemos que estar seguro de llevar un proceso justo y
abierto".
Brady había apelado su suspensión de cuatro juegos ante Goodell,
quien fungió como árbitro el 23 de junio. El abogado Jeffrey Kessler,
quien ha visto éxito contra la NFL en otros casos de alto perfil, lideró
la defensa de Brady y aseguró pensar que "hicimos un caso muy
convincente".
Como parte de la apelación, el propietario de los Patriots, Robert
Kraft --quien estaba fuera del país al momento-- envió una declaración
jurada respaldando a Brady.
El rol de Goodell como árbitro fue uno de los puntos de conflicto
para Brady y la NFL Players Association, la cual solicitó al comisionado
recusarse por la creencia de ellos que él no sería imparcial y podría
ser llamado como testigo. Pero Goodell, citando el acuerdo colectivo de
trabajo, dijo que era su responsabilidad supervisar la audiencia y
proteger la integridad de la liga.
El dueño de los Patriots, Robert Kraft, declaró el mes pasado que ellos no apelarán sus sanciones.
El abogado Ted Wells, cuyo reporte fue utilizado como fundamento para
suspender a Brady, multar a los Patriots con un millón de dólares y
despojarlos de dos selecciones de draft, estuvo presente en la audiencia
de apelación llevada a cabo en las oficinas de la NFL.
En caso de que la sanción a Brady no sea revocada o disminuida, la batalla podría terminar en los tribunales.
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