sábado, 26 de septiembre de 2015

Rivers a Cuban: "Lo arreglamos en una cancha... o en un ring"
El 29 de octubre, con la temporada NBA recién empezada, los Mavericks viajan a L.A. para jugar contra los Clippers. Y el 11 de noviembre, más madera (mucha más), los Clippers viajan al corazón de Texas para su primera visita a los Mavs en lo que promete ser uno de los duelos más calientes de este curso… y de los próximos. Entre ambos equipos ha surgido una rivalidad verdaderamente seria tras el affair DeAndre Jordan. Recuerdo: el pívot se comprometió con los Mavericks para acabar volviendo a los Clippers después de un cambio de opinión en el que intervinieron muchos factores, entre ellos la hija de Doc Rivers, y de una especie de operación especial en la que el grueso de la franquicia angelina viajó al domicilio de Jordan para convencerle justo antes de que se abriera el plazo legal para que estampara la firma en su contrato con los Mavericks. Una noche de locura narrada por los propios protagonistas en Twitter y que ya forma parte de la leyenda bizarra de la NBA.

La cosa, claro, no quedó ahí, menos cuando el que se quedó compuesto y sin pívot fue Mark Cuban, un propietario reconocido por muchas cosas pero no precisamente por guardarse sus opiniones. El cruce, más velado o más frontal, de opiniones y acusaciones, sigue hasta hoy y ha hecho que Doc Rivers, técnico de los Clippers, haya propuesto a Cuban zanjar el asunto con “un uno contra uno en una cancha… o con una pelea en un ring rodeado de una jaula”.
Cuban aseguró que los Clippers actuaron movidos por el pánico y que Rivers “veía su carrera finiquitada si no recuperaba a DeAndre”. El técnico le contestó de forma pragmática que él se había salido con la suya y recibió a cambio un “a veces los mejores contratos son aquellos que no llegas a firmar”. Cuban ataca pero la realidad es que DeAndre jugará en California y que sus Mavs frenan se rearme con un juego de pívots tan particular como poco convincente: Pachulia-Dalembert-McGee. Pero insiste: “Para nosotros era un jugador fundamental para el futuro y si no iba a ser capaz ni de sobrellevar la presión de un cambio de aires, desde luego no hubiera funcionado como pieza clave en nuestro equipo”. Para Doc, todo es cuestión de despecho: “Así que querías al jugador a toda costa pero ya no le quieres tanto y de hecho le criticas... Es la mejor forma de demostrar a Jordan que tomó la decisión adecuada”.
El último capítulo, por ahora, llegó con ese “o recuperaba a DeAndre o su carrera estaba acabada”, que ha hartado definitivamente a un Rivers que ha asegurado que ya no tenía sentido alargar esa polémica “salvo que la zanjemos uno contra uno en la cancha… o un ring rodeado por una jaula”. Las cosas de la NBA y, desde luego, una nueva rivalidad que nos regala otro puñado de partidos imperdibles en la nueva temporada. as

0 comentarios:

Publicar un comentario