NUEVA YORK -- Otro gran día de Roger Federer y el Nº2 del mundo que se
metió en otra final de Grand Slam, la 27ª para él, récord histórico. El
mejor suizo le ganó por 6-4, 6-3 y 6-1 a su compatriota Stan Wawrinka
(5º) y definirá el US Open, como pasó en el reciente Wimbledon, frente a
Novak Djokovic. Más temprano, el líder del ranking ATP aplastó a un
Marin Cilic (9º), campeón defensor, que tuvo una molestia física, por
6-0, 6-1 y 6-2. De esta manera, el serbio alcanzó su 18ª final de un
Major y por primera vez en su carrera llegó a las cuatro definiciones
grandes en el mismo año.El duelo de suizos campeones de la Copa Davis 2014 fue desigual. el actual equipo campeón de la Copa Davis. Federer, ya con el boleto a las Finales ATP asegurado, tenía un rival de cuidado y, lejos de complicarse, como en la derrota en Roland Garros, derrotó a Wawrinka, con el cuarto pasaje a Londres en el bolsillo, quien no pudo llegar a su segunda final grande en este año.
Sin perder un set en sus seis victorias, lo que logró por cuarta vez
en su carrera y primera desde Wimbledon 2008, Federer se abrió paso con
gran autoridad. Otra vez, como en cada paso previo, tuvo como armar
letal el servicio, le varió el juego, estuvo muy firme y rápido de
piernas y, en contrapartida, Wawrinka no pudo darle una vuelta al
trámite, ni con puntos extensos desde el fondo ni con ángulos abiertos.
Ni su exquisito revés a una mano pudo ganar la pulseada, superado
claramente por el hombre de 34 años dueño del récord de 17 coronas de
Grand Slam.
Ahora domina 17-3 el suizo mayor a su connacional. Claro que sueña
con aumentar su marca histórica, pero ya aclaró que no quiere pensar en
eso, ni mucho menos. Con 10 aces y el 80% de los puntos ganados con el
primer saque, Federer fue implacable, atacando, con esta gran versión de
ataque que ya le dio rédito en Cincinnati y espera hacerlo también aquí
en Nueva York.
Apenas cuatro tiros ganadores más que su rival (29 ante 27), pero 13
errores no forzados menos (17 a 30), el actual Nº2 del ranking dominó
por completo. Ya logró un quiebre en el tercer juego del partido, para
empezar a volcarlo en su favor. En el sexto levantó un 0-40 clave,
siendo agresivo y con dos aces para ponerse 4-2. En el siguiente set,
Wawrinka remontó un 0-40 en el quinto game, también con dos puntos
directos de saque, pero lo quebró el ganador en el séptimo. Así, de a
poco fue triturando la esperanza el rey de París.
En el tercero, lejos de toda remontada posible de su rival, ya
Federer logró dos rompimientos más y encarriló la historia a otra
alegría grande. Pensar que tiene 34 años y cuatro hijos y sigue
brillando en la elite, ahora arribando a su 27ª final de Majors,
superando los 51 triunfos en la temporada y sumando 11 encuentros sin
ceder un set, incluido Cincinnati más este certamen neoyorquino.
Por su cuenta, Wawrinka, el imitador de su compatriota,
no pudo imitarlo atacando segundos saques de Federer, quien lo controló
en casi todo momento. Así, Roger alcanzó su novena definición del año y
la Nº133 de su genial carrera. Él va por su sexto título de 2015 y el
88º en total, pero lo más importante es que apunta al 18º Grand Slam, el
primero desde su victoria en Wimbledon en 2012.
Antes, Djokovic, en su novena semifinal consecutiva en Nueva York, no le
dio respiro a su rival, que estuvo lejísimo de la chance de pasar a su
segunda final al hilo en Nueva York. El mérito del serbio fue doble: a
la hora de jugar, no le concedió opciones al croata, lo maniató desde el
inicio mismo y lo pasó por encima, mientras que después, aun en cancha,
admitió el valor de Cilic por salr igual a la cancha pese a la lesión
en un tobillo.
Con 28 años, Djokovic sigue escribiendo historia en el tenis. Igualó
la cuarta mejor marca de semifinales en los Majors, ya que con 18 llegó a
la cifra de Pete Sampras, a la vez que se dio el enorme gusto de
instalarse por vez primera en los cuatro choques decisivos de los
grandes campeonatos, algo para elegidos. En 2015 se consagró en
Australia y Wimbledon y cedió en la final ante Wawrinka en Roland
Garros.
El estado de Cilic quedó claro en sus números con el servicio, su
principal arma, al punto de que logró apenas cuatro aces y el 60% de lo
jugado con el primer intento. Muy, pero muy poco para su media. Y vaya
si lo aprovechó el serbio, quien le metió presión desde la devolución
(una de las mejores del mundo) y lo movió por todos lados, lo abrió por
la derecha y lo llevó a pegar incómodo con el revés. No le dio respiro y
el marcador es el fiel reflejo de lo que pasó.
Ya en el segundo juego del set inicial, el número uno consiguió su
primer rompimiento. Esa ventaja la fue ampliando, al punto de ser una
maquinita para su adversario. Recién en el cuarto game del tercer
capítulo pudo el croata quebrarle el saque, aunque enseguida Djokovic
hizo lo propio con el de Cilic y el partido se terminó de inclinar en su
favor. Otro dato elocuente lo muestran los errores no forzados, con 13
del ganador frente a 37 del perdedor.
Así, Djokovic amplió su ventaja en el duelo personal con el croata al
ganarle los 14 partidos, con el plus de que apenas cedió cinco sets. En
total, el serbio ya se metió en 11 finales en esta temporada, en la que
suma seis títulos, a la vez que avanzó a la definición Nº81 de su gran
trayectoria. Su meta, claro, es lograr su 10º Grand Slam, pero sabe que
le queda un paso más, nada menos que el de la gran final del domingo.
espn
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