DAVIE -- La vida puede dar una vuelta hacia lo peor en cualquier
momento. Para el agente libre novato de los Miami Dolphins, Arthur Ray
Jr., ese instante ocurrió hace ocho años.
Apenas faltaba una semana tras el día nacional de firmas en febrero
del 2007. Como Ray lo describe, él se encontraba "en la cima del mundo"
como uno de los linieros ofensivos de élite a nivel preparatoria en
Estados Unidos, con más de 30 ofertas de beca universitaria en escuelas
importantes. Jugó en el partido All-America ese mes y decidió enlistarse
con Michigan State. Después, un bulto en su pierna izquierda y la
consiguiente visita al médico cambiaron la vida de Ray.
"Al principio noté un bulto en mi temporada senior de preparatoria", recordó Ray esta semana tras firmar con los Dolphins. "Pero, ya saben, soy liniero ofensivo. Estaba acostumbrado a recibir golpes. Así que pensé que no era nada que me marginara del campo.
"Finalmente, mi papá y yo fuimos al médico y decidimos revisarlo antes de enlistarme con Michigan State. Allí es cuando recibí la noticia".
Durante visitas previas, le dijeron a Ray que podría ser una fractura de estrés o un hematoma: acumulación de sangre afuera de un vaso sanguíneo. Por lo que escuchar la palabra "cáncer" fue inesperado para el otrora saludable muchacho de 17 años.
"Un tumor era lo último en mi cabeza", dijo Ray. "Cuando él dijo eso, fui totalmente impactado".
El camino de Ray lo llevó a South Florida este fin de semana, donde se integra a una docena de jugadores que participan en el campamento de novatos de los Dolphins.
"Todos llegaron aquí por vías diferentes", declaró el coach de los Dolphins, Joe Philbin. "No hay un atajo a la National Football League. [...] Lo importante ahora no es si te eligen o no, pero cuando llegas acá afuera y recibes la oportunidad de competir, qué tipo de contribución harás al equipo. Así que será divertido ver su progreso a lo largo del campamento".
El sueño de Ray era jugar en la NFL, pero hubo ocasiones en que se vio muy difícil que lo lograra. Tras su diagnóstico del 2007, Ray se tomó un año entero lejos de la escuela y el fútbol americano para recibir tratamientos hogareños en Chicago. Inmediatamente comenzó con quimioterapia y se sometió a una cirugía mayor para remover el tumor de su pierna 10 semanas después.
Los tratamientos pasaron factura al cuerpo de Ray más allá de la pérdida de peso que experimentó con rapidez.
"Realmente me golpeó en el fondo el día que estaba en la regadera y mi cabello comenzó a caerse", dijo Ray. "Simplemente decidí cortarme todo. Una vez que perdí el cabello, pedí las cejas. Mis labios solían secarse por la quimio. No podía comer lo que yo quería.
"Fue traumatizante para mí, especialmente por lo mucho que había trabajado. Al ser un atleta, estaba acostumbrado a ver mi cuerpo de cierta forma, y definitivamente ya no se veía así tras un tiempo".
Ray terminó con la quimioterapia tras un año y logro sentirse bien para ir a la escuela en Michigan State en enero del 2008. Estuvo allí durante dos meses antes de sufrir otro imprevisto, esta vez por infección ósea.
Fue de regreso en su casa de Chicago para recibir más tratamiento y más cirugías. Dos imprevistos en años consecutivos hicieron que Ray dudara por primera vez si podría volver a jugar fútbol americano. Se quedó en casa durante el 2008 con una intravenosa en el brazo por casi ocho meses, y veía a una enfermera de casa tres veces por semana.
Después de nueve cirugías y múltiples obstáculos, finalmente Ray recibió la autorización médica para jugar fútbol americano en Michigan State en el 2011, cuatro años después de elegir la escuela. Logró su cometido con los Spartans, un momento de orgullo para Ray y su familia. Arthur se mantuvo sano toda la temporada y jugó como guardia contra Youngstown State, Florida Atlantic e Indiana.
No obstante, fue removido de la plantilla activa de los Spartans en el 2012 mientras terminaba su carrera de comunicación. Debido a su historial médico, la NCAA le otorgó dos años más de elegibilidad.
Aceptó el consejo de un amigo para transferirse a Fort Lewis de la División II en Durango, Colorado, donde Ray se reunió con su ex coach de Michigan State, John L. Smith, quien asumió el control del programa apenas días después de la transferencia de Ray, quien se convirtió en capitán del equipo en el 2013 y 2014, así como un elemento valioso en el programa, lo cual lo llevó a Miami.
"Para mí, la historia de Arthur es ciertamente sobre su habilidad para sobreponerse a los obstáculos que te alteran la vida, pero realmente, al final del día él es un gran jugador de fútbol americano, y ese hecho no se puede perder entre todo lo que ha logrado", expuso el agente de Ray, Paul Sheehy.
"Al final, su habilidad de fútbol americano es lo que lo puso en la puerta de los Dolphins. Pensar algo distinto sería una falta de respeto para Arthur y para cada jugador que se equipa".
Ray, quien cumplirá 26 años este mes, participó en su primer entrenamiento de NFL este viernes, como uno de tantos muchachos que buscan ganarse un puesto en la plantilla.
"Quiero empaparme de todo", dijo Ray. "Siento que éste es el primer fin de semana. Todos los novatos estarán allí y todo será nuevo para nosotros. Éste es el primer paso para convertirse en jugador profesional de fútbol americano, lo cual es mi sueño de toda la vida. Así que lo asumiré con calma y daré todo lo que tengo: 110 por ciento en cada jugada que vea allá afuera".ealizar pasos significativos el año que siguió.
"Sólo caminé y caminé durante todo el 2010", compartió Ray. "Los
médicos veían únicamente la sanación de mi pierna al punto que me
permitieron trotar. Pasé los dolores de recuperación y fue difícil la
rehabilitación".
Después de nueve cirugías y múltiples obstáculos, finalmente Ray
recibió la autorización médica para jugar fútbol americano en Michigan
State en el 2011, cuatro años después de elegir la escuela. Logró su
cometido con los Spartans, un momento de orgullo para Ray y su familia.
Arthur se mantuvo sano toda la temporada y jugó como guardia contra
Youngstown State, Florida Atlantic e Indiana.
No obstante, fue removido de la plantilla activa de los Spartans en
el 2012 mientras terminaba su carrera de comunicación. Debido a su
historial médico, la NCAA le otorgó dos años más de elegibilidad.
Aceptó el consejo de un amigo para transferirse a Fort Lewis de la
División II en Durango, Colorado, donde Ray se reunió con su ex coach de
Michigan State, John L. Smith, quien asumió el control del programa
apenas días después de la transferencia de Ray, quien se convirtió en
capitán del equipo en el 2013 y 2014, así como un elemento valioso en el
programa, lo cual lo llevó a Miami.
"Para mí, la historia de Arthur es ciertamente sobre su habilidad
para sobreponerse a los obstáculos que te alteran la vida, pero
realmente, al final del día él es un gran jugador de fútbol americano, y
ese hecho no se puede perder entre todo lo que ha logrado", expuso el
agente de Ray, Paul Sheehy.
"Al final, su habilidad de fútbol americano es lo que lo puso en la
puerta de los Dolphins. Pensar algo distinto sería una falta de respeto
para Arthur y para cada jugador que se equipa".
Ray, quien cumplirá 26 años este mes, participó en su primer
entrenamiento de NFL este viernes, como uno de tantos muchachos que
buscan ganarse un puesto en la plantilla.
"Quiero empaparme de todo", dijo Ray. "Siento que éste es el primer
fin de semana. Todos los novatos estarán allí y todo será nuevo para
nosotros. Éste es el primer paso para convertirse en jugador profesional
de fútbol americano, lo cual es mi sueño de toda la vida. Así que lo
asumiré con calma y daré todo lo que tengo: 110 por ciento en cada
jugada que vea allá afuera".
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