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CLEVELAND -- Hay tres tipos de jugadores en las Finales. Los que los días en que no hay partido atienden a los medios en la rueda de prensa, los que ocupan uno de los stands colocados en las esquinas de la duela y los que contestan a las preguntas allá donde les toque, ya sea de pie sobre la duela, sentados en la grada o en algún pasillo. Estos últimos suelen ser los jugadores que menos impacto están teniendo en el juego de sus equipos, y así, gradualmente, pueden ascender de 'clase social' proporcionalmente a su protagonismo.
Por ejemplo, LeBron James y Stephen Curry son indiscutibles en la conferencia de prensa, sin embargo, en las esferas 'inferiores' se producen algunas variables. Matthew Dellavedova pasó de atender a la legión de periodistas australianos allá donde le tocara, a ocupar un asiento en la rueda de prensa, y es que el armador 'Aussie' no sólo sustituyó al lesionado Kyrie Irving en la alineación titular. Su buena labor en la contención a Curry le valió el premio de la zona noble. También se puede producir el caso contrario, como le ha sucedido a Klay Thompson, que ha pasado de los asientos de primera clase en las comparecencias ante los medios, a los de segunda, y viceversa.
Y en este vals entra Andre Iguodala, que desde que su juego ganó enteros en el cuarto partido de la serie no hay quien le baje de la tarima principal. Pero para entender esto hay que recapitular:
Érase que se era un Juego 4 en el que el alero se convirtió en el jugador más importante de su equipo. Fue tal su impacto en la victoria que su entrenador, Steve Kerr, absorbió gran parte del crédito por haberle puesto de titular en una alineación de jugadores chicos. Varió el sistema con un Andrew Bogut damnificado y el sexto hombre de los Warriors comenzó a repartir candela.
Primero en su defensa a ultranza para con LeBron a quien le echó el aliento mucho más que en los encuentros en los que salía desde la banca y al que limitó en 4-de-14 en tiros de campo y 18 jugadas. Inquietó tanto al monarca que éste llegó a cometer nueve de sus 13 pérdidas de balón a raíz de la marca de Iguodala.
"Es el que más experiencia tiene de nuestro equipo marcando a LeBron", señaló Kerr. "Ha tenido esa misión desde que ingresó en la liga. Tiene la experiencia pero no importa cuántas veces hayas jugado contra él. Siempre tienes que ser el mejor defensa contra él. Andre es el mejor que tenemos", apuntó
Segundo, por su labor en ataque, donde también respondió con 22 puntos que marcaron el récord de la temporada y por su velocidad en la culminación de las jugadas: en transición anotó 10 puntos y no regaló ningún esférico en un Juego 4 en el que le llegaron hasta 60 balones, algo nunca visto en esta serie, pero que no es novedoso para un Iguodala que ya fue el centro de atención en Philadelphia 76ers donde jugó desde 2004 a 2012.
"Era la piedra angular del equipo. Es un rol diferente el que tiene aquí, pero diría que en estas series se parece más a la versión de los 76ers, porque tiene un papel más protagónico. Está jugando más minutos. Está cubriendo a LeBron. Es muy bueno ofensivamente. Andre es uno de esos jugadores que asumen el reto en los momentos más oportunos", argumentó el coach.
MANTIENE EL RITMO
Después del Juego 4, a Iguodala dejó de vérsele la coronilla en las comparecencias a pie de cancha ante una nube de periodistas. Ahora se le veía en condiciones, tanto que tenía que tener cuidado con su bebida isotónica por motivos de publicidad. Las cámaras le apuntaban indiscriminadamente.
Entonces llegó el Juego 5, y las variantes apuntaban a ser insignificantes cuando esa táctica de jugadores chicos tan bien había funcionado a Kerr, el estratega más virtuoso de estas Finales hasta el momento. E Iguodala flirteó con el triple-doble con 14 puntos, ocho rebotes y siete asistencias. Y volvió a demostrar que con él, los Warriors son mejores y los 'Cavs' peores, que cuando juega de titular (Juegos 4 y 5) la diferencia es de 27 puntos a favor para los californianos y cuando lo hace desde la banca (Juegos 1, 2 y 3) reciben 26 puntos en contra a pesar de las buena labor que generalmente llevan a cabo los suplentes de los Warriors.
Contuvo a LeBron otra vez en 7-de-17 (41 por ciento) algo que ya viene siendo costumbre ya que cuando le atosiga en defensa, 'El Rey' no puede pasar de 35.2 por ciento en tiros de campo. Le aleja de la canasta y luego tiene la fortaleza suficiente como para asistir y hasta lanzar con atino. En los dos últimos partidos ha logrado un máximo de equipo de 17 oportunidades a canasta, 4-de-12 en triples sin marca de los que 2-de-4 fueron en el último periodo, donde a pesar de fallar cuatro tiros libres, Iguodala fue clave este domingo.
Y es que aunque sea un suplente de lujo, uno de sus fuertes es la experiencia, y eso vale millones cuando la ocasión lo merece.
"Agarras esa experiencia y quieres que te sirva para el futuro. El futuro se hace a base de las marcas del pasado. Le has visto jugar durante los últimos 10 años y has jugado con él durante un mes o dos, así que tratas de agarrar aspectos de todos. Eso me pasa con otros rivales contra los que he jugado con el paso de los años, ya sea Carmelo, Kobe, T-Mac, James Harden. Intentas agarrar cosas de ellos", confesó Iguodala.
Por eso la zona noble de las conferencias de prensa seguirá teniendo un hueco reservado a Iguodala, un asiento en el que estará otra vez más a la altura de LeBron y Curry.
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