viernes, 12 de junio de 2015

ESPN
 
NUEVA YORK - Durante esta etapa del año, entrenadores en jefes como Randy Bennett de St. Mary's College tienen que pensar con un nivel de originalidad y acierto de cómo van a formar su escuadras, que como la de St. Mary’s está filiada con la West Coast Conference, catalogada como una ‘mid-major’ o conferencia de segunda categoría del baloncesto universitario de División 1.
A igual que sus homólogos de aquellos ‘mid-majors’, a Bennett se le hace imposible batallar contra los peses gordos del baloncesto universitario cuando llega la hora de atraer a los mejores jugadores de las escuelas secundarias y en algunos casos del extranjero. Por ejemplo, sólo hay que pensar en lo que se está haciendo John Calipari en Kentucky.
Bennett tenía dos puestos disponibles en su plantel de cara a su primera campaña como coach de los Gaels en 2001, y le ofreció una beca atlética al australiano Adam Caporn, a quien apenas había visto jugar en videos.
Capcorn no decepcionó, convirtiéndose en un buen líder y últimamente la persona que desarrolló la conexión entre Bennett y Australia con el reclutamiento exitoso de Daniel Kickert, el entonces máximo anotador en la historia del programa de St. Mary's hasta el día que Bennett se enteró sobre un muchacho llamado Matthew Dellavedova.

Bennett simplemente quedo asombrado a primera vista mientras su futuro base titular de cuatro temporadas jugaba con la selección de Australia en el Campeonato Mundial FIBA Sub-19 2009.
Lo que sí separó a Dellavedova del resto del grupo que estuvo en la cancha en aquel entonces fue "lo duro que jugó. Lo resistente que era", relataba Bennett en entrevista telefónica con ESPNDeportes.com.
El resto fue historia para Dellavedova en St. Mary’s, convirtiéndose en el líder de todo tiempo en puntos anotados, asistencias, porcentaje de triples encestados, porcentaje de tiros libres acertados y partidos jugados.
“Durante los últimos dos años, le decía a todo el mundo que mejor fuera si venían a verlo jugar. Es un jugador que se ve una vez en la generación. Tenían que traer a sus hijos porque iban querer que sus hijos jugaran como él”, exclamó Bennett. “Cuando salía a dirigir, no podía esperar para verlo jugar”.
El hecho de que Dellavedova no fuera elegido por ningún equipo en el NBA Draft de 2013 nunca fue suficiente para desalentar el sueño de algún día jugar y establecerse como un jugador de rotación en la mejor liga del mundo.
A pesar de que la universidad se encuentra a 15 millas del Oracle Center donde juegan los Golden State Warriors, Bennett fielmente está apoyando a Delly y los Cavaliers, quienes tienen un comando de 2-1 en las Finales.
Según la evaluación de Bennett, el coeficiente intelectual de Dellavedova combinado con su liderazgo, resistencia y competitividad han sido las herramientas que lo han ayudado a ganarse uno de los 15 puestos en el roster de Cleveland, recibiendo la confianza que el estratega de los Cavaliers, David Blatt, le ha inculcado, entregándole las llaves de la titularidad en lugar del estelar Kyrie Irving, quien ha perdido el resto de la Final luego de haber sido diagnosticado con una fractura en la rodilla izquierda tras el primer partido de la serie.
El jugador de 24 años anotó nueve puntos en 42 minutos en el segundo choque de la serie que Cleveland ganó y luego se creció con 20 puntos, cinco rebotes y cuatro asistencias en 39 minutos que le brindó a los Cavaliers la ventaja 2-1.
"Sólo lo han puesto en una situación donde tiene que cumplir. Defensivamente ha hecho un buen trabajo, que probablemente es la prioridad más alta", indicó Bennett. "Ofensivamente ha podido contribuir. Ha hecho un gran trabajo cumpliendo su rol y ellos probablemente han recibido más de lo que esperaban, ofensivamente".
Mientras que LeBron James ha cargado a Cleveland, el estilo de juego de Dellavedova ha sido impecable, luchando por rebotes contra jugadores más altos, tirándose en la cancha para recuperar balones sueltos y aprovechándose del momento para encestar la canasta en el momento oportuno cómo lo fue en la recta final del segundo partido.
"Para ganarle tienes que matarlo", apuntó Bennett. "Tiene un corazón increíble. Ese muchacho no se rinde para nada".
Pero Cleveland ha visto florecer un desempeño defensivo de Dellavedova que prácticamente tiene a Stephen Curry, el Jugador Más Valioso de la liga, totalmente desquiciado, la sombra del jugador que activa los motores de la ofensiva de Golden State, el conjunto con el mejor récord durante la temporada regular.
Aceptando y cumpliendo la encomienda de defender a Curry en el Juego 3, Dellavedova lo limitó a 12 de 5 en goles de campo a diferencia del 6 de 5 que tuvo el MVP cuando fue marcado por los otros jugadores de Cleveland. En el Juego 2 y 3 de la serie, Delly defendió a Curry por un total de 26 jugadas en las cuales Curry anotó 14 puntos, tirando 20 de 5 desde el campo y 12 de 4 detrás la línea de tres puntos. Pero cuando Curry fue marcado por los otros compañeros del base ‘barbu’, registró 30 puntos, 16 de 9 desde el campo y 11 de 5 de triples intentados.
El rendimiento demostrado por Dellavedova, especialmente en el costado defensivo forzando a que Curry perdiera el balón seis veces en el Juego 2 y 3, lo ha hecho una sensación en los ojos de los espectadores de esta Final.
Su ex entrenador de St. Mary's insistió que aún no se siente sorprendido.
"Va hacer lo que debe hacer. Curry es un tremendo jugador, una bomba que está lista para estallar. Matt está haciendo un buen trabajo marcando a Curry", afirmó. "No vas a detener a Curry, sólo puedes tener la esperanza de limitarlo. Hacer que tomé tiros difíciles".

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