lunes, 1 de junio de 2015

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Los Warriors rompen la dictadura del Salvaje Oeste
La NBA vivirá a partir del próximo jueves unas Finales inéditas. Los Cleveland Cavaliers y los Golden State Warriors se enfrentarán por primera vez entre ellos en este asalto por el anillo. La irrupción de ambas franquicias rompe ese aroma de dictadura que se había instaurado en la Liga estadounidense en los dos últimos años con los Miami Heat y los San Antonio Spurs como representantes del Este y Oeste, respectivamente, en la lucha por el campeonato, monopolizado la pelea por la NBA.

Si hablamos de Finales, la Conferencia Oeste ha sido desde principios del nuevo siglo cosa de dos. Por un lado, está la franquicia texana que de la mano de Duncan y Popovich (más Parker y Ginóbili) han alcanzado el último acto de la Liga en cinco ocasiones (seis si contamos el último año del siglo XX). Y por el otro, Los Angeles Lakers. Siete de las 16 Finales (contando este año) tienen su nombre. Todo ello con dos formaciones que tenían a Kobe Bryant como núcleo central y a Shaquille O’Neal y Pau Gasol como elementos intercambiables.
Es decir, en las 15 últimas ocasiones, la franquicia texana y la angelina han jugado un total de 12. Sólo la irrupción en dos ocasiones de los Dallas Mavericks (2006 y 2011) y una de Oklahoma City Thunder (2012) trastocaron el orden natural de la consideraba Conferencia más competitiva. Ahora, la llegada de los Warriors aumenta levemente este grupo de rebeldes que luchan contra una hegemonía impensable en el Este... hasta la unión del Big-Three de los Heat.
Allí, la unión de LeBron James y Chris Bosh con Dwyane Wade en Miami rompió una tradición más libertaria, más alternativa en cuanto a la diversidad de equipos que han disputado los últimos siete encuentros de la temporada. Ya que al margen de las cinco de la franquicia de Florida, cuatro seguidas, otros siete equipos han llegado a unas Finales. Sólo la triturado dirigida por Spoelstra ha roto la barrera en más de dos ocasiones.
De esta forma, las Finales han viajado a Boston, Detroit, Nueva Jersey y, ahora, Cleveland en dos ocasiones. Pero también a Orlando, Philadelphia e Indiana, aunque en estos tres ejemplos haya sido solamente una vez. Esta alternancia ha dado resultados dispares en el Este. Llevan cuatro campeonatos menos que el Oeste, una diferencia que se puede ver reducida si LeBron y compañía alzan por primera vez para la historia de los Cavaliers el trofeo Larry O’Brien.

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