A Sergio García se le nota a leguas cuando disfruta en un campo de golf.
Y Saint Andrews es uno de esos lugares... “Me encanta, aquí me
demuestran un cariño impagable”, decía el de Borriol, encantado con este
British Open donde le están saliendo las cosas. Sergio está en -9, dentro del ‘atasco’ de compradores de acciones para la Jarra de Clarete en el que hay 14 hombres en tres golpes, comandados por Dunne, Oosthuizen y Day (en -12).
De los tres líderes, el más sorprendente es Paul Dunne, amateur irlandés, de 22 años,
que lleva de caddie a su coach de la Universidad Alabama, donde estudió
Graeme McDowell. Irlanda no ha traído a McIlroy, pero tiene a Dunne, un
dublinés descarado: “No veo por qué no puedo ganar. Tengo golpes que pueden darme la victoria”. El último amateur que ganó un British fue Bobby Jones en 1930.
Que Dunne se llevase el título sería asombroso, pero no tanto que lo hiciera Louis Oosthuizen. El sudafricano es el último ganador en Saint Andrews (2010).
“Sería bonito volver a ganar en la Casa del Golf”, decía. Dos veces (en
2000 y 2005) ganó Tiger en el links escocés, ahora héroe caído. El
tercer líder es Jason Day, el australiano que lleva excesivos tiros al palo (cinco top-5 en majors).
Y a un golpe (-11) del trío Dunne, Oosthuizen y Day está el favorito en las apuestas, el texano de 21 años que aspira a cambiar la historia... Jordan Spieth. Hizo una tercera vuelta colosal, con cuatro birdies en los últimos nueve hoyos que le dejan en “posición de ganar”. “Esto ya funciona”, contó Spieth, que podría ser el segundo en la historia que gane Masters, US Open y British en un año
(lo hizo Ben Hogan en 1953). Sería la tercera pata del Grand Slam, que
sólo hizo el amateur Jones en aquel 1930, y alcanzaría el número uno.
Su compañero de partido fue Sergio, que tiene el pasado a favor. La única vez que el British acabó en lunes fue en 1988. Ganó Seve Ballesteros. Español, como Sergio, que ama tanto el British, que en Twitter le dedicó emoticonos de corazón.
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