PARÍS -- Philippe Bianchi acepta que la vida, a nueve meses del
accidente de su hijo en el Gran Premio de Japón, “Es una tortura
diaria”.
Jules Bianchi se estrelló contra una
grúa en Suzuka y sufrió graves lesiones en la cabeza, por lo que sigue
en coma en un hospital en Niza.
La radio francesa France Info, habló con
el señor Bianchi: “A veces pensamos que nos volveremos locos, porque
para mí, es ciertamente más terrible que si hubiese muerto. No podemos
ayudarle más de lo que hacemos”.
“El tiempo ha pasado y ahora estoy menos
optimista que dos o tres meses después del choque cuando esperábamos
mejor evolución. Realmente es doloroso despertar cada mañana sin saber
si nuestro hijo vivirá otro día o no, debes estar muy estable y darte
cuenta de la seriedad de la situación”, explicó.
Philippe recordó que su hijo en algún
momento le hizo mención sobre lo complicado que sería para él, Jules,
vivir algo como lo que le sucedió a Michael Schumacher, quien sigue
convaleciente por el accidente de ski que tuvo en Francia.
“Si se ve con tantas discapacidades,
estamos seguros que no es lo que Jules quisiera. Nos dijo que si tuviese
un accidente como el de Schumacher, si no pudiese siquiera volver a
manejar, sería muy difícil para él aceptarlo”.
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