Chris Froome dio un golpe de autoridad apabullante
en el estreno de los Pirineos, en el primer puerto de gran montaña del
Tour 2015: La Pierre Saint Martin (15 km al 7,4%). Con un ataque rotundo
a seis kilómetros de la cima, el maillot amarillo metió 1:10
(bonificaciones incluidas) a Nairo Quintana, el único rival que mantuvo
el tipo. Entre ambos se coló un lugarteniente del británico: Richie
Porte. El resto llegó mucho más lejos: Tejay Van Garderen y Alberto Contador perdieron 2:40 y 3:01, respectivamente. Vincenzo Nibali se había hundido mucho antes y se dejó: 4:35. Una escabechina.
Froome utilizó una estrategia ya conocida, la misma que exprimieron
el ahora ‘maldito’ Lance Armstrong o Miguel Indurain (aunque este era
generoso con rivales menos molestos): abrir diferencias en la primera
gran llegada en alto. El estreno de un gran puerto siempre hace mucho
daño y elimina candidatos. Pero esta vez la limpia fue tremenda.
Inesperada incluso para el británico de origen africano. “Cuando me iban
diciendo quiénes se iban quedando, no me lo podía creer”, dijo tras la
meta. Sonriente. Pletórico. Ahora mismo es líder con 2:52 sobre Van
Garderen y 3:09 sobre Nairo Quintana, que completan el hipotético podio.
El primer español: Alejandro Valverde, cuarto a 4:01. Y más allá:
Alberto Contador, sexto a 4:04, y Vicenzo Nibali, 10ª a 6:57.
Al inicio de la Piedra San Martín, poco hacía augurar semejante
resultado. De hecho, la cabeza la tomó inicialmente el Movistar. Las
primeras víctimas comenzaron a gotear muy temprano: Dani Navarro,
Talansky, Bardet, Mollema… El nivel de damnificados fue subiendo de
nivel: Pinot, Urán, Péraud… A 10 kilómetros ya surgió el primer bombazo:
se quedó el vigente campeón. Nibali ya había dado muestras de flaqueza
en el Mûr de Bretagne, su hundimiento era más previsible. Tras el
Tiburon cedió Purito Rodríguez. Aun así, nada hacía aún presagiar el
rodillo que llegaría poco después.
El Sky tomó el relevo del Movistar. Un martillo pilón. A 8
kilómetros, Valverde lanzó un ataque, pero no abrió brecha. Y a falta de
7 km, el grupo de favoritos saltó definitivamente en pedazos. Se
descolgó Contador. Luego Van Garderen. Sólo Nairo aguantaba a rueda de
Froome, que aún mantenía a un compañero: Richie Porte. El africano miró
su potenciómetro, decidió poner su ritmo machacón y se marchó en
solitario. Quizá
espoleado por las sospechas que se se habían publicado horas antes
sobre el presunto uso de dopaje y de un motor en la bici en el Tour que
ganó en 2013. El colombiano resistía a cierta distancia, pero el
maillot amarillo volaba. Y aún restaban cerca de seis kilómetros. El
golpe de autoridad se preveía abrumador. Y así fue. Como remate, Porte
le birló a Nairo los 6 segundos de bonificación como segundo
clasificado. El Sky, que también tiene quinto a Geraint Thomas (a 4:03),
es poderoso.
El Día Nacional de Francia tampoco sonrió a los franceses. Warren
Barguil, que llegaba a los Pirineos con firmes opciones para asaltar la
clasificación general (14º a 2:43), sufrió múltiples heridas en una
caída en el avituallamiento. Amagó incluso con no levantarse, pero
finalmente lo hizo y, en 15 kilómetros, neutralizó los 3 minutos de
pérdida que le produjo el accidente, aunque sus magulladuras eran
evidentes. Barguil estaba destinado a sufrir en la montaña, aunque
tampoco cedió tanto, visto lo visto: 3:29 con Froome. Tampoco el resto
de franceses estuvieron a la altura: Pinot, Péraud y Bardet, top-ten en
2014, se descolgaron en las primeras rampas de la Piedra de San Martín.
Los mejores en la conmemoración de la toma de la Bastilla fueron Pierre
Rolland y Tony Gallopin, octavo y noveno, a 2:14 y 2:32.
La jornada había empezado con dos bajas: Ivan Basso, diagnosticado de un tumor el día de descanso,
y Lars Boom, con fiebre. Contador y Nibali perdían dos apoyos en
vísperas de la gran montaña. Y continuó con la escapada del día,
protagonizada por Pierrick Fédrigo, veterano francés de 36 años, a quien
luego se le unió Kenneth van Bilsen. Llegaron a rozar los 15 minutos de
ventaja, pero a pie de puerto ya sólo tenían 2.30. El empuje del
Movistar, principalmente, y del FDJ de Pinot redujo la diferencia. Era
el turno para los gallos… El día de Froome.
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