-No les ha tocado el mejor hotel para la segunda jornada de descanso y comenzar los Alpes.
-De verdad que no. Sabemos y entendemos que el Tour
mueve a miles de personas cada día, pero este alojamiento no es digno
para que le incluyan en la lista. No resulta lo más apropiado para
recuperar. Después de seis horas a 40 grados, llegas y te encuentras 35
en la habitación. Y son tres noches aquí, sin aire, antes de las etapas
alpinas.
(Alberto Contador
atiende a los medios en el aparcamiento del Hotel Best Western de Gap,
un tres estrellas muy raspadas: no disponía ni de una salita para dar
conferencias, y los directores y auxiliares del Tinkoff (y MTN, con los
que comparten espacio) deben comer en el restaurante de al lado, La
Boucherie, o en el McDonald´s de la acera de enfrente. Las habitaciones
tampoco tienen aire acondicionado y el madrileño improvisó su propio
sistema: tres botellas de hielo, a las que un ventilador conduce aire
para refrescar el ambiente. Sin embargo, la temperatura no baja de los
30 grados).
-¿Cómo se plantea los Alpes?
-Se tratará de una última semana muy exigente, en la que puede
suceder de todo. Me siento bien de piernas, voy a más. Estoy motivado y
deseo hacer cosas bonitas, mi nivel es totalmente distinto del de la
Piedra de San Martín, así que habrá que intentarlo, y ojalá nos
favorezcan el clima y las situaciones de carrera.
-A nivel psicológico, con el desgaste acumulado en el Giro, ¿qué tal se ve?
-Aunque en ocasiones el cuerpo te pide desconectar de la competición y cortar, conocía de la dificultad del desafío de Giro y Tour. Te pone a prueba, pero lo llevo bien.
-¿Lo considera su Tour más complicado, con una diferencia perdida tan abultada?
-No, el de 2013 me pareció más duro. Ahí iba a peor a medida que
transcurrían los días. Aunque ahora no me hallo en las circunstancias
que me gustarían, con este tiempo cedido respecto a un hombre tan fuerte
como Froome, no queda otra que probarlo.
-Con Froome intratable, ¿se conformaría con acabar en el podio?
-No, porque soy una persona completamente inconformista. Vine a
conquistar la victoria, así que la buscaré hasta que me deje el último
gramo de fuerza.
-¿Cree aún en conseguir el doblete?
-Resultará francamente difícil, y me extrañaría que lo intente en el
futuro. Pienso que sí sería posible vencer en Giro y Tour, pero requiere
de una exigencia tremenda. El Giro tuvo un nivel altísimo, con
esfuerzos máximos, y en el Tour se han presentado los favoritos en plena
forma y con una preparación específica sólo para esta ronda.
-¿Haría públicos sus datos de potencia, como Froome?
-Sí, sin problemas, pese a que me hacen gracia esas interpretaciones alejadas de la realidad.
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