Debutó como profesional en 1998, ganó su primer título en 2001 (Milán) y su primer Grand Slam en 2003 (Wimbledon). Ahora, tras conquistar su 24º Masters 1.000 (Cincinnati) derrotando a Novak Djokovic y recuperar el número dos del ranking mundial, Roger Federer vuelve a desafiar a la historia: quiere su 18º grande.
A sus 34 años, el genio de Basilea sigue reinventando el deporte de
la raqueta. Siempre con un nuevo truco en la chistera (lo último, el
resto en la línea de saque), el suizo es tan favorito como el que más de
cara al US Open, el último Grand Slam de la temporada, que se disputará a partir del próximo 31 de agosto.
Con 17 grandes en sus vitrinas, Federer ya es por méritos propios el
mejor tenista de todos lo tiempos. Sin embargo, tal y como le recordó a
Feliciano López entre risas tras derrotarle con facilidad en los cuartos
de Cincinnati (Ohio), el de Basilea todavía no ha dicho su última
palabra. “Aún me quedan unos años más”, aseguró mientras saludaba al
español en la red.
La ciudad de Nueva York (Flushing Meadows) es el escenario elegido
para que el suizo vuelva a intentar darle un mordisco a la historia. El
exnúmero uno del mundo lleva seis años sin ganar el US Open (venció
cinco veces seguidas entre 2003 y 2008) y quiere un sexto
entorchado que le convierta en el jugador que más veces ha levantado el
trofeo del torneo estadounidense en la Era Open.
Federer ha demostrado que quizás sea el tenista más en forma del momento (sobre pista rápida), con permiso de Djokovic y Andy Murray, y tratará de aumentar su ventaja al frente de la clasificación de Grand Slams. Le siguen Rafa Nadal y Pete Sampras con 14 grandes. cada uno.
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