Aaron Rodgers ha mostrado un nivel superlativo al frente de la ofensiva de Green Bay.
BRISTOL -- ¿Brady o Rodgers? ¿O debe ser Rodgers o Brady? Por orden
alfabético y por edad sería Brady primero y luego Rodgers después, pero
en realidad, ¿a quién le importa el orden en la tercera semana de la
temporada? El orden tendrá importancia la noche antes del Super Bowl
cuando la NFL elija a su Jugador Más Valioso. Sería un desempate entre
ambos ya que cada uno ha ganado ese reconocimiento dos veces.
Es LA SEMANA 3, y la NFL no corona su campeón ni elimina a ningún
equipo en LA SEMANA 3. Green Bay y Nueva Inglaterra son claramente los
mejores equipos de la NFL y Tom Brady y Aaron Rodgers los mejores
jugadores. Deseo fervientemente que mantengan su paso a pesar de la
adversidad que seguramente vendrá con el curso de una temporada larga y
dura. No son sólo los mejores QBs en lo que es ahora una liga de QBs.
Están al frente de equipos sólidos en todas sus líneas. Un juego de
campeonato entre Brady y Rodgers es lo que todo mundo que sigue el
fútbol americano objetivamente quisiera ver. Sería un enfrentamiento
épico al nivel de Bradshaw vs. Staubach o Montana vs. Marino.
En tres partidos, Brady ha lanzado 133 pases y Rodgers 91. Brady
tiene nueve TDs sin intercepción contra diez sin regalo de Rodgers. El
índice de QB de Rodgers es 135.4 y el de Brady 119.6. Lo que debe
preocupar al resto de la liga es que ambos tienen una gran motivación
personal. Brady para demostrar al resto de la liga que la noción
ridícula de que balones desinflados tuvieron que ver con su éxito no
tiene base, y Rodgers para sacarse la espina del campeonato de
conferencia contra Seattle que les sacaron de la bolsa.
La motivación de Rodgers es física, la de Brady es mental. Los
Empacadores perdieron contra Seattle porque Aaron Rodgers no se podía
mover debido a un desgarre en la pantorrilla. Debe ser motivo de
consternación para los fans de Green Bay el que Rodgers se haya
lastimado en años consecutivos. En 2013 sufrió una fractura de clavícula
y faltó a siete partidos. El año pasado no faltó a ningún juego, pero
no fue el mismo después de sufrir esa lesión ante Nueva Orleans en la
Semana 8.
Brady busca probarle a propios y extraños que un balón desinflado no
tiene nada que ver con la preparación durante el receso de temporada,
pretemporada, temporada regular y playoffs. Nada que ver con el estudio
previo a un partido y sobre todo, con la ejecución durante un juego. Me
refiero a diagnosticar defensivas, tomar decisiones y colocar a su
equipo en la mejor jugada posible.
Otros QBs han tenido también un buen comienzo. Andy Dalton de
Cincinnati ha completado el 66 por ciento de sus pases, el mejor
porcentaje de su carrera. Tiene ocho TDs contra una sola intercepción y
los Bengalíes están invictos. Carson Palmer de Arizona no se queda atrás
con un porcentaje de 63.6por ciento y nueve TDs con sólo dos
intercepciones. Estos dos equipos se perfilan, en LA SEMANA 3, como los
posibles rivales de Nueva Inglaterra y Green Bay.
Hay tres otros equipos invictos, Denver, Carolina y Atlanta.
En Denver hay una pugna entre Gary Kubiak y Peyton Manning. Kubiak,
como entrenador en jefe, quiere implementar su sistema al pie de la
letra. Hemos visto como Peyton tiene dificultades en jugar bajo centro
hoy en día. Contra Detroit empezó la mayoría de las jugadas en la
formación pistola, 4 yardas atrás de la línea y con el corredor a 1
yarda detrás de él. Para ser un acuerdo entre Kubiak y Manning. Mejoró
notablemente la producción de Manning, pero esta ganancia no se reflejó
en un ataque terrestre decente. Las ofensivas de Gary Kubiak se han
distinguido por la capacidad de correr bien el balón. Las que ha
comandado Peyton lo han hecho como complemento, y en ocasiones, como
último recurso. Hasta el momento esta lucha no ha sido factor debido a
la excelente defensiva de Denver, pero tarde o temprano alguien tendrá
que ceder. Por lo pronto, se perfilan como el mejor equipo de su
división.
No le quiero restar méritos a Atlanta, sobre todo a su ofensiva, pero
sus primeros tres rivales fueron de la NFC Este, y Dallas no tuvo a
Tony Romo. Estuvieron a un gol de campo fallado de perder contra un
Filadelfia bastante mediocre, y sufrieron contra los Gigantes. La
defensiva es mejor, pero no es espectacular. La ofensiva con Matt Ryan
al frente, con Kyle Shanahan de coordinador, tiene la posibilidad de ser
de las mejores en la NFL. Shanahan tiene la escuela de su padre y un
ataque terrestre efectivo le ha dado balance a su ataque. Son ahora la
N° 3 en yardas y la N° 5 en puntos. Julio Jones ha sido un fenómeno este
inicio siendo líder de la NFL con 34 recepciones.
Getty ImagesBrady sólo piensa en limpiar su nombre tras el escándalo
Carolina tampoco ha tenido grandes rivales. La marca combinada de sus
tres primeros contrincantes es 2-7, y a diferencia de Arizona, quien
tampoco ha enfrentado trabucos pero que los ha humillado, a tenido
marcadores apretados.
La otra cara de la moneda son los equipos sin victoria: Baltimore,
Chicago, Detroit y Nueva Orleans. De estos cuatro, no descarto todavía a
Baltimore. Han tenido la ventaja en sus tres partidos en el último
cuarto, pero no han podido terminar. La baja de Terrell Suggs está
pensando más de lo anticipado. En 2014, terminaron 3-3 dentro de su
división con dos derrotas contra Cincinnati. John Harbaugh es un gran
entrenador. Han quedado a deber, pero tienen la capacidad de repuntar.
Detroit tiene talento, pero un calendario difícil. Viajan a Seattle
el lunes por la noche y después reciben a Arizona. Con el peor ataque
terrestre de la NFL, y una defensiva que pasó de ser la N° 2 a la N° 27,
la situación pinta difícil.
En Nueva Orleans dicen que la lesión de Drew Brees no es tan seria
como parece. Espero estén en lo correcto, pero me parece que es más
grave de lo que dan a entender. Brees tuvo una cirugía complicada en el
mismo hombro y tiene ahora 36 años. Aun al 100 por ciento, estaba siendo
asediado por las deficiencias de su línea ofensiva. Ya no tiene los
recursos que tenía en otros años. El equipo canjeó a sus dos mejores
receptores, Jimmy Graham y Kenny Stills. La defensiva sigue como terminó
en 2014, entre las peores de la NFL. Es probable que la era de Brees
esté por terminar con los Santos, por triste que parezca esto dado el
significado que él tuvo para esta ciudad. Podría regresar más adelante,
pero con su salario estratosférico ha sido, y será difícil reforzar al
equipo.
Chicago parece ser que ya tiró la toalla después de tres semanas
canjeando el mismo día a Jared Allen a Carolina y a Jon Bostic a Nueva
Inglaterra. Jay Cutler está lesionado, pero en realidad su estado físico
no importa mucho. Cutler, quien firmó un contrato de siete años en
2014, simplemente no es la solución. Una y otra vez ha demostrado que no
tiene las dotes de líder y que aunque sus compañeros digan lo
contrario, no tiene el apoyo del vestidor. Chicago recibió sextas
selecciones por Allen y Bostic. No serán suficientes para enderezar el
rumbo de este equipo. ¿Será Matt Forté el siguiente en salir?
Finalmente, fue lamentable tener otra lesión de un QB élite. Esta
semana el turno fue para Ben Roethlisberger quien estaba teniendo una
gran temporada al frente de la que podría ser la mejor ofensiva de la
NFL. Su suplente será Michael Vick. Pocos jugadores lanzan el balón con
la facilidad y elegancia de Vick, pero se necesita más que facilidad y
elegancia para ganar en esta liga. Será interesante ver como Todd Haley
ajusta su ofensiva al talento y a las deficiencias de Vick. Aún a su
edad, Vick es capaz de extender jugadas y ganar yardas corriendo, pero
también de perder partidos con entregas de balón. Ha soltado 97 balones
en su carrera de los cuales perdió 43. Tiene también 87 intercepciones.
En una carrera de 12 años, sin contar el presente, representa 11 balones
perdidos por temporada. Le tomó a Big Ben tres años asimilar el esquema
de Haley. La responsabilidad de Haley será de que Vick no entregué los
partidos.
La pregunta será: ¿a cuántos juegos faltará Big Ben? Sin conocer los
detalles de la lesión, mi experiencia con el promedio de tiempo para que
un jugador regrese de ese tipo de lesión es de cuatro semanas. De ser
así, Ben faltaría al juego de Baltimore el jueves, en San Diego, contra
Arizona y en Kansas City, cuatro partidos muy difíciles. A diferencia de
Dallas, quien pudiera ganar su división con una marca de 9-7, o aún
8-8, Pittsburgh tendría dificultades para calificar.
Tres QBs élite fuera son demasiados. Espero regresen pronto y no haya más bajas. espn
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