Rafa Nadal cerrará 2015 sin ningún ‘grande’ en su cuenta.
El único jugador en la historia que había ganado al menos un Grand Slam
durante diez años seguidos se marchó de Nueva York en tercera ronda,
con la tercera derrota del año ante Fabio Fognini: 6-3, 6-4, 4-6, 3-6 Y 4-6 tras 3h:46 sobre la pista. El italiano se medirá a Feliciano López, que derrotó a Milos Raonic en tres sets, por una plaza en cuartos.
Siempre hay una primera vez para todo. Para lo bueno y para lo malo. Nadal llevaba un balance de 151-0 en Grand Slam siempre que había ganado los dos primeros sets.
Nadie le había levantado un 2-0 en esa frontera extenuante de las cinco
mangas en la que siempre ha sido de hierro. Pero tras marchar 2-0 y
break arriba en el tercer y cuarto sets, el inspiradísimo genio
inconstante de San Remo le dio la vuelta al partido.
Duro final para el español, que tuvo el orgullo de plantar cara en el
quinto, donde desde el 1-1 se sucedieron siete roturas, siempre
igualando Nadal al italiano hasta que se dictó sentencia. Se marchó
cabizbajo por el pasillo de los campeones que da acceso a los vestuarios
del Flushing Meadows con las cámaras retratando su
decepción. Una imagen dura. Abatido y roto. Incrédulo después de perder
un partido en el que hasta el ecuador sacó, quizá, su mejor tenis del
año.
De inicio, Rafa Nadal tapó las grietas que este curso había mostrado a
Fabio Fognini en Río y el Godó. “Para construir una casa nueva, hay que
levantar polvo”, advirtió el campeón de 14 grandes tras derrotar a Schwartzman
en la ronda previa con poco lustre reafirmándose en que iba a jugar
agresivo aunque se sucedieran los errores. Y levantó poco polvo Nadal.
No se ensució. Firmó dos primeros sets limpios, valiente, brillante. Nadal se olvidó del cuerpo, libre de problemas físicos, y voló.
Pero en el tercero, marchando 3-1 arriba, dejó que Fognini, 32º del mundo, sacara la pistola. Llegó el borrón. Bajó sus porcentajes de segundo servicio
(1/8) y propició que ‘Fogna’ cogiera con más facilidad bolas a media
pista. La aceleración del italiano fue entonces prodigiosa. Golpeando
como un peso pesado en busca del KO. No bajó en la cuarta y quinta
manga, en la que el campeón de 14 grandes tiró de orgullo y de tenis,
pero el estado de gracia del italiano ya era imparable. Los 70 winners
(57 errores no forzados) del italiano definen cómo fue su noche. Nadal
acabó con 30/18. Fognini sólo ganó dos puntos más que Rafa (154/152) en un final infartante en el que ninguno mereció perder.
El año en los torneos de Grand Slam acaba para Nadal con una segunda ronda en Wimbledon, tercera en US Open y dos cuartos de final en Roland Garros y Australia. Las lesiones de 2014 han dejado una huella demasiado profunda. La derrota fue cruel.as
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