David Ferrer, el tenista español mejor posicionado en la
clasificación de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), se ha
impuesto al moldavo Rado Albot en la primera ronda del Abierto de
Estados Unidos y ha reconoció que venía "muy justo y con dudas al
torneo" por sus dolores en el codo.
"Me voy contento porque he ganado", aseguró ante la prensa minutos
después del partido. "He podido competir durante dos horas y cincuenta
que ha durado el partido y eso es lo más importante", añadió en
referencia a una lesión que ha arrastrado en los últimos meses.
Ferrer, número 7 del mundo, empezó con un primer set en contra 4-6,
pero luego dio la vuelta y ganó los tres seguidos por 7-5, 6-1 y 6-0.
Reconoció después que empezó "sufriendo mucho" pero "luego, al hacer
puntos más largos me habitué, pude mantener o subir el nivel y al final
fue él (Albot) el que no aguantó físicamente", explicó.
"Ahora tengo el brazo cargado", afirmó. "He estado dos meses que no
mejoraba, tuvimos que cambiar el tratamiento y en los últimos diez días
ha sido una mejora muy alta. Ese ritmo de partido de partidos aún me
falta, pero es cierto que estoy contento porque puedo aguantar", aseveró
quien se mostró, no obstante, disponible para la Copa Davis.
"Durante dos meses voy a tener que convivir con ello, pero es un
dolor que se puede aguantar, no es un dolor de sesión que no pueda
levantar el brazo. Los tenistas estamos acostumbrados", dijo.
El miércoles se enfrentará al serbio Filip Krajinovic, con el que se
enfrentó hace años en el torneo Conde de Godó, y aunque espera estar a
la altura, concluyó que ahora quiere "descansar y no pensar en tenis".
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