MÉXICO -- La historia del
campeonato Sub 17 que México consiguió el 2 de octubre de hace 10 años,
estuvo llena de leyendas, momentos de gloria e historia que los medios
se encargaron de difundir. Pero detrás de este grupo de jóvenes hubo una
serie de anécdotas que sólo quienes vivieron en el interior del grupo
conocen, y que ESPN Digital, a propósito del aniversario 10 de aquel
enorme logro, te revela.
Brasil quería a Giovani
Unos meses antes del Premundial de, que clasificaría a las Sub 17 al
evento en Perú, la Federación Brasileña contactó a Giovani para que
defendiera sus colores, ya que su padre, Zizinho, nació enel país
sudamericano. Le seguían de cerca los pasos por estar en el Barcelona y
le aseguraban la titularidad, e incluso una recompensa económica.
Pero ni eso provocó que Gio jugara con ellos y prefirió al Tri, pese a
que en el Premundial Vela y Ever Guzmán eran los titulares y el jugador
del Barcelona entraba de cambio por Carlos, quien no marcó ni un tanto
en la eliminatoria y fue campeón de goleo en el Mundial.
“No se sienten”, ante Costa Rica
El preparador físico de aquel Tri fue Roberto Espona, un argentino
que se volvió el alma del equipo. Era el encargado de apretar en los
entrenamientos y en los juegos. Su mayor aporte en ese sentido lo dio
ante Costa Rica, duelo de Octavos de Final. Tras empatar de manera
dramática, México tenía que disputar tiempo extra ante los ticos. El
equipo estaba fundido, pero Espona les pidió algo para marcar
diferencia: que no se sentaran entre los 90 minutos y el arranque del
primer agregado.
“Ven como están ellos, ¡fundidos! Que nos vean enteros, y así los
tenemos dominados. Salvo que alguien ya no pueda, vaya al suelo, pero si
no, mírenlos, que vean que están mejor que ellos”, les dijo el
preparador. Nadie se sentó, y México consiguió de inmediato un gol,
gracias a una descolgada de Ever Guzmán. El juego mental había
funcionado.
Chavas los buscaban
Los seleccionados, pese a su juventud, eran unas celebridades sobre
todo cuando llegaron a dos ciudades fuera de la capital, Lima: Chiclayo y
Piura. Tanto éxito tenían, que no sólo jóvenes buscaban su autógrafo,
sino que una gran cantidad de chicas, de todas las edades, los buscaban
para tener algo más que un autógrafo.
Por esto, se tuvo que incrementar la seguridad en los hoteles y no
permitir a las jóvenes ingresar ni a los jugadores tener contacto con
ellas, aunque más de uno se las ingenió para aprovechar con ellas su
tiempo libre.
Relación Giovani y Chucho, sólo profesional
Entre Jesús Ramírez y Giovani dos Santos siempre existió una relación
buena, así, a secas. Por el carácter de ambos, a diferencia de lo que
pasó con muchos jugadores, Chucho y Gio nunca pudieron entablar una
relación más allá de lo profesional.
Todo empezó en el Premundial, donde Gio no fue titular, pese a jugar
en el Barcelona, ya que el estratega del Tri sentía que se debía ganar
su lugar.
Jimmy Goldsmith, el mecenas
Pese a que existió un gran apoyo para la preparación de esta
selección, los viáticos para los jugadores eran pocos (por no decir
nulos) y la figura del entonces Director de Asuntos Internacionales de
la Federación Mexicana (FMF), Jimmy Goldsmith, fue clave para que los
jugadores estuvieran tranquilos.
Goldsmith fue un héroe anónimo de aquel Tri, al dar de su bolsillo
premios económicos a los jugadores y apoyarlos en el tema de sus gastos.
Era una especie de ‘padrino’ de aquel equipo.
Sin tercer portero
El mayor momento de angustia que vivió el equipo tal vez no fue en
las canchas, sino en la mesa, ya que los organizadores del evento
pensaban sancionarlos al no viajar con un tercer portero. Los encargados
del Tri habían decidido sólo viajar con dos porteros, pero eso violaba
el reglamento, por lo que tuvieron que llamar de emergencia a Christian
Flores, hijo del técnico Efraín Flores.
El viaje fue de emergencia y para la suerte del equipo, llegó a
tiempo, justo antes de realizarse el registro de jugadores. Todo quedó
en un susto.
José Reyes, el jugador 21
Fue el hombre de mayor sacrificio en el equipo, el que enfrentó la
prueba más dura: dejar un lugar en el plantel a otro jugador. José Reyes
viajó a Perú con la ilusión de debutar en su primer Mundial, pero el
reglamento exigía jugar con tres arqueros y al ser hombre de campo, tuvo
que ser dado de baja.
Pero eso no lo desanimó, siempre se mantuvo como parte del grupo y
nadie que no supiera de esta situación podría notar la diferencia de
trato ni de entrega. Lo único, tuvo que ver todos los duelos desde la
tribuna.
El presidente de la FMF, uno más
Tan bueno era el ambiente de ese equipo desde el Premundial, que
incluso Alberto de la Torre, Presidente de la Federación en ese momento,
fue víctima de una de las bromas de los jugadores. El día que se jugó
el duelo ante Honduras, coincidió con el cumpleaños del directivo, por
lo que los organizadores del evento le llevaron un gran pastel al
concluir el juego.
Los integrantes de la Sub 17 le pidieron a De la Torre que mordiera
el pastel, y a pesar de no dar su brazo a torcer en un principio, el
directivo aceptó con la condición de que sólo sería una pequeña mordida,
pero tres o cuatro jugadores al ver como el dirigente se acercaba a la
tarta, saltaron sobre él y se la embarraron toda.
Chicharito, apoyo a la distancia
De las decisiones más duras que tomó Jesús Ramírez previo a ese
Mundial, fue recortar jugadores y el último en quedar fuera fue Javier
Hernández, quien cedió su lugar a Enrique Esqueda. El ‘Chicharito’ había
estado en gran parte del proceso, y confiaba en quedarse.
Pero pese a la baja, no guardó rencor al equipo ni al técnico, todo
lo contrario. Durante todo el tiempo que duró el torneo, Javier se
mantuvo en contacto con Chucho a través del correo electrónico, mandando
toda su buena vibra y celebrando cada victoria. “Soy parte del equipo y
me siento ahí”, cerraba cada conversación.
No entendían del todo
La ‘Aplicación Mental’ fue una de las claves que dieron al Tri de
Jesús Ramírez el título sub 17. La idea de Chucho siempre fue clara: "A
este grupo yo soñé en prepararlo para ganar, no para competir". Para
esto, convenció a los jugadores de visualizarse ganando, consiguiendo lo
máximo.
Parte de este convencimiento consistía en lecturas y películas en
torno al método... Las cuales en ocasiones ‘superaban’ a los jugadores,
por lo que era común verlos dormidos en algunas proyecciones o que se
hicieran preguntas entre ellos tratando de entender que había pasado.
Sánchez tomó muy en serio a Chucho
Anderson era el referente de Brasil en el Mundial Sub 17 de 2015; era
la estrella del ataque y principal candidato, junto a Giovani dos
Santos, para ganar el Balón de Oro del evento. Gran parte de la atención
del Tri en ese juego se centraba en el atacante, por lo que Jesús
Ramírez, previo al duelo dio una orden clara a sus jugadores: en el
primer balón que tuviera el brasileño, se tenían que hacer sentir.
Christian Sánchez, uno de los centrales, tomó demasiado en serio las
órdenes de Chucho, y en la primera jugada se barrió con todo sobre el
delantero rival. Fue una jugada dura, pero limpia, de la que Anderson
sacaría la peor parte, ya que tendría que salir del partido. Regresaría a
la cancha, pero en muletas.
Ramírez no repitió traje
El técnico de México tenía un par de cábalas: todo el tiempo tener
una paleta de dulce en el área técnica, y no repetir traje cuando
dirigía. Antes de viajar a Perú, llamaba la atención que Chucho viajara
con tanta ropa, pero lo tenía claro: si quería ser campeón del mundo no
podía usar el mismo ‘modelo’.
Al final, la fórmula le resultó: seis trajes, seis partidos, cinco victorias y el título Mundial.
La dieta de Ever Guzmán
Ever Guzmán era de los jugadores más rebeldes de aquel equipo, y de
los que más sufrió previo al evento, ya que de ser titular indiscutible,
se volvió a suplente de lujo. Tal era su decepción, que en el vuelo de
ida había decidido abandonar la dieta del equipo y comer ‘postres de
más’.
Se habló con él, y se le convenció de su importancia, que tendría un
momento clave, donde él sería la figura. Lo tuvo en dos ocasiones: al
marcar el 2-1 de México ante Costa Rica el Cuartos de Final y después
sentenciar a Brasil en la Final; Ever no paraba de recordar en ambos
festejos que se le había advertido que sería figura.
Hasta hubo temblor
Tras la victoria del Tri ante Costa Rica en Cuartos de Final, el
hotel de concentración del equipo literalmente tembló. Mientras los
juveniles celebraban su victoria en el lobby del lugar, un pequeño sismo
se dio en Piura, pero por suerte no pasó de un simple susto para los
jugadores y familiares.
Chucho, del título al aeropuerto
Chucho Ramírez no pudo celebrar a todo pulmón el título Sub 17; su
esposa, Lourdes Deschamps, debía abordar su vuelo para regresar a
México, el cual partía a las 12 de la noche el mismo día de la Final.
Entre la lluvia de reporteros que querían buscar una reacción en el
hotel de concentración, Ramírez se escabulló, preguntó si su esposa ya
se había retirado y al escuchar una respuesta afirmativa tomó un taxi
rumbo al aeropuerto para despedirse de ella antes de partir.
Moreno, lesionado por festejar
Tras ganar la Final a Brasil, en la cancha hubo gritos, empujones, y
lo que no sucedió en seis partidos, se dio en cinco minutos de festejo:
una lesión. Entre la algarabía, los juveniles recordaron aquella
celebración de la Copa Confederaciones del Tri en 1999, dejando la Copa
en el suelo y aventándose por ella. En ese Héctor Moreno sufrió las
consecuencias del festejo, cuando la mitad del equipo le cayó encima y
le lastimó un tobillo.
El diario del Capitán
La mejor bitácora que existe de lo que vivieron aquellos días los
jugadores de la Sub 17, se escribieron de la pluma de su capitán,
Patricio Araujo. El entonces defensa de Chivas llevaba en un diario cada
detalle del equipo en su andar por Perú. Como buen líder, compartía con
el resto las vivencias, y les recordaba lo duro que había sido llegar
ahí a través de sus recuerdos.
Adictos al café... internet
Hace 10 años, el tener un teléfono celular donde fuera posible
comunicarte a México, mandar mensajes y tener redes sociales, era
imposible, o tener en tu hotel internet inalámbrico era un sueño en
Perú, por lo que los jugadores tenían una hora diaria para responder
correos conectarse a ‘Messenger’ para charlar con la gente que los
seguía desde México.
Los jugadores, normalmente tras comer, salían corriendo del hotel
para aprovechar la hora y poder ganarle a sus compañeros la mejor
computadora.
No tenían firma
Debido a su juventud, muchos de los jugadores de aquel equipo no
tenían firma, por lo que al pedírseles un autógrafo, titubeaban,
improvisaban o simplemente ponían su nombre. La tendencia era poner
además su número. No sería raro tener la misma prenda, firmada por el
mismo jugador, pero con una rúbrica totalmente distinta.
Se quería a Holanda
Desde que arrancó el torneo, el Tri quería enfrentar a Holanda. ¿La
razón? El equipo europeo los había eliminado de la Copa Toyota un año
antes. Incluso el mismo Jesús Ramírez compartía ese sentimiento. Al
final, la revancha llegó.
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