El lunes en la noche nos sorprendimos con la noticia de que José Reyes fue arrestado en Hawai por una supuesta agresión física a su esposa.
Como consecuencia de esto, el dominicano ahora podría ser el primer
jugador suspendido por el comisionado de Grandes Ligas por un caso de
violencia doméstica, de acuerdo con una política aprobada en agosto de
este mismo año.
La política sobre Violencia Doméstica, Agresión Sexual y Abuso de
Menores de Edad negociada entre MLB y el Sindicato de Peloteros de
Grandes Ligas (MLBPA, por sus siglas en inglés), llenó un vacío
importante que existía en las mayores en ese sentido.
Resultaba inaceptable que a un pelotero lo suspendieran por una cantidad
importante de juegos por consumir anfetaminas, por poner un ejemplo,
pero en caso de violencia doméstica las sanciones eran mínimas, cuando
ocurrían.
Poco importa si MLB emitió esa política al ver el desastre que está
ocurriendo en la NFL con casos de violencia doméstica mal manejados por
su Comisionado y, como es lógico, una reacción pública negativa que ha
afectado profundamente una de las imágenes corporativas más sólidas
hasta hace poco. La clave es que ahora sí existe un proceso formal en
MLB que debe seguirse tal como lo explicaremos a continuación.
• El comisionado de MLB, en caso de que existan alegatos de violencia
doméstica, agresión sexual o abuso de menores, debe iniciar una
investigación interna con el fin de imponer la sanción que considere
adecuada. Si el incidente ocurre en plena temporada, el comisionado
puede suspender provisionalmente al jugador por un máximo de 7 días
mientras anuncia su decisión.
En el caso de José Reyes, Rob Manfred tiene más tiempo para recolectar
las pruebas necesarias así que pudieran pasar semanas antes de escuchar
su sentencia.
• La sanción no tiene un límite mínimo o máximo preestablecido, solo lo
que el comisionado sienta es lo apropiado dependiendo de las
circunstancias. Al mismo tiempo, no importa si el jugador es declarado
inocente por un proceso judicial o si, tan siquiera, existe un juicio
pendiente. Esto se debe a que, muchas veces, en los casos de violencia
doméstica la víctima decide no colaborar con la fiscalía ya sea por
miedo o por terminar en una situación peor. Entonces, esos casos legales
terminan absolviendo a los agresores al no contar con el testimonio
clave para poder demostrar el abuso.
Volviendo al caso de José Reyes, el comisionado tendría dos opciones. La
primera es cerrar el caso al considerar que no existen pruebas
suficientes para demostrar la culpabilidad del campocorto. La segunda
sería sancionar al dominicano al estar absolutamente seguro que sí
ocurrió la violencia doméstica, independientemente de si existe un
proceso judicial pendiente o si la víctima retiró o retirará los cargos.
Toda suspensión sería sin pago de sueldo y sin acumular días de
servicio.
• El jugador puede apelar la decisión del Comisionado ante un panel
compuesto por un representante de MLB, uno de la MLBPA y un árbitro
independiente nombrado por los primeros dos. El panel revisará el
proceso, las pruebas y determinará si la sanción es adecuada. En caso
que no lo considere así, uno asume que puede reducirla o hasta
eliminarla tal como sucede normalmente en otros procesos que involucran
árbitros independientes en MLB. Esa decisión del panel de apelación es
definitiva e inapelable. Ese es el fin del proceso.
Es decir, si Rob Manfred decide suspender a José Reyes este podría
apelar ante un panel de arbitraje quien tendrá la última palabra. Todo
ese proceso pudiera llevar semanas o hasta meses.
Resumiendo, esta es la primera oportunidad en que se utiliza la política
sobre Violencia Doméstica, Agresión Sexual y Abuso de Menores de Edad
negociada entre MLB y la MLBPA. Todo es nuevo en términos de posibles
sanciones y tiempo de duración.
No me extrañaría ver que MLB envíe un mensaje firme en contra de la
violencia doméstica pero siempre respetando todos los pasos y la
proporcionalidad de la pena para evitar una apelación exitosa. Ya
veremos que pasa.
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