jueves, 21 de mayo de 2015

Chris Towers / CBSSports
Seattle
La mayoría consideró que Robinson Canó tuvo un muy sólido primer año con los Marineros de Seattle en el 2014. Su promedio de bateo permaneció cerca del tope entre los líderes, tuvo un OPS superior a los 140 por tercera campaña y concluyó entre los mejores cinco en las votaciones para el Más Valioso por tercera campaña seguida y cuarta en los últimos cinco años.

Empero, él estuvo desafortunado en lo relativo a los jonrones, mientras en el 2013 disparó 27 vuelacercas, concluyendo con su quinta campaña seguida con al menos 25.
El pasado año ni siquiera pudo arribar a los 20, tras finalizar con solo 14 en su primera campaña fuera del Yankee Stadium. El 2014 fue un año desafortunado en lo relativo a jonrones.
Rápido como para el 18 de mayo del 2015 su poder ha disminuido desde la pasada campaña y esto es aberrante. Canó ha bateado apenas un vuelacercas en los primeros 40 partidos y está en ruta de la peor marca de su carrera en este aspecto.
Su poder ha disminuido, pero Canó aún no es de los peloteros que han caído en la curva mediante la edad. Desde el 2000, un total de 46 peloteros han bateado al menos 27 jonrones a los 30 años, el total que el dominicano produjo en el 2013. El average de los peloteros que han visto disminuir su poder cayó desde 34.7 a la edad de 30 años hasta 27.9 a los 31, un 20 por ciento por debajo. Aunque una cosa clara lo representa el hecho de que el intermedista se ha movido desde un parque muy bueno para los jugadores a uno donde los batazos de largo metraje son más que escasos.
Canó está bateando para .253 en los primeros 38 partidos, por mucho la peor marca de su carrera. De hecho apenas ha conectado por debajo de .300 en una ocasión y fueron .271 en el 2008. Ha abanicado en el 16.8 por ciento de sus viajes al pentágono, la peor marca de su carrera por un sólido margen, mientras sus ponches incrementan los jonrones disminuyen de manera drástica.

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