MADRID -- Con 18 puntos del mexicano Gustavo Ayón, el Real Madrid desactivó con un gran baloncesto al Fenerbahce turco (96-87) y disputará el domingo su tercera final consecutiva de la Euroliga ante el Olympiacos griego, verdugo del CSKA, en busca de su novena corona continental.
Al equipo blanco le bastó con un segundo cuarto para enmarcar, en el
que endosó a los turcos un parcial de 35-14, para dejar resuelto un
choque que estuvo muy igualado en un primeros diez minutos que
terminaron con ligera ventaja para el equipo de Zeljko Obradovic.
En ese periodo inicial, el Real Madrid logró sacudirse los nervios
del estreno que le tuvieron dos minutos sin anotar. Aprovechando la
segunda personal de un activo Luka Zoric, logró ponerse por delante por
primera vez gracias a un triple de Rudy Fernández (9-8, min 5).
La intensidad en ambas zonas del equipo turco, en el que brilló con
ocho puntos y acciones de gran belleza el checo Jan Vesely, obligó al
actual subcampeón continental a redoblar esfuerzos, aunque una canasta
sobre la bocina de Emir Preldzic dio la delantera a los de Estambul al
final del primer cuarto (20-21).
Pero en el segundo acto el decorado cambió de forma radical. Todo le
salió a la perfección al equipo de Pablo Laso, comandado por un gran
Ayón que se fue al descanso con 16 puntos, cinco rebotes y 27 de
valoración y un KC Rivers que anotó los cuatro triples que intentó en
los segundos diez minutos.
También contribuyó de forma decisiva a desarbolar al rival el siempre
batallador Andrés Nocioni, que cumplió a la perfección su labor de
borrar de la pista a Nemanja Bjelica, recién nombrado mejor jugador de
la temporada en Europa y que solo anotó cinco puntos en los doce minutos
que disputó en la primera parte.
Tras la exhibición blanca, que le permitió llegar al descanso con
veinte de ventaja (55-35), el tercer cuarto empezó con la misma tónica.
El Real Madrid seguía sumando de tres en tres, apretando en defensa y
buscando la velocidad y las diferencias se fueron a los 26 puntos
(64-27, min. 21).
Entonces llegó un bajón en la producción madridista y la ventaja se
redujo hasta los catorce, lo que obligó a Pablo Laso a parar el partido.
La reacción final de los suyos dejó sacado medio billete para la final a
la conclusión del tercer periodo (76-59).
Quedaba por jugar un último cuarto con casi todo decidido siempre que
los madridistas mantuviesen el control del juego y evitasen las
provocaciones turcas, lo que lograron finalmente, llevándose el choque
por un cómodo 96-87.
El Real Madrid vuelve a estar a un paso su novena corona continental,
aunque para ello deberá superar el domingo en la final al batallador
Olympiacos de Vassilis Spanoulis, verdugo del CSKA. La revancha de la
final de Londres 2013 está servida.
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