
BARCELONA -- Él futuro de Dani Alves se dibuja lejos del FC Barcelona
después de que este jueves su representante, Dinorah Santana, rechazó
la última oferta de renovación que le presentó el club y que, de acuerdo
con fuentes directas de la negociación, establecía un acuerdo por dos
años con un tercero opcional en base a su rendimiento.
Sin que se hayan conocido los términos económicos de la propuesta del
Barça, el lateral brasileño se mostró tan desencantado con ella que no
solo decidió rechazar de pleno la oferta, sino que dio por finalizadas
las conversaciones y de no producirse un giro, que ahora mismo se
contempla utópico, abandonará la disciplina azulgrana al acabar la
temporada.
La situación ha cambiado radicalmente en las dos últimas semanas. En
el último encuentro que mantuvo la representante del jugador con los
ejecutivos del Barcelona se sentaron unas bases que parecían acercar
definitivamente las posturas de ambas partes. Así al menos lo
entendieron los abogados de Alves que le trasladaron al jugador su
optimismo por ver el acuerdo muy cercano.
El club y el lateral decidieron entonces aparcar cualquier toma de
contacto hasta esta semana, siempre que el Barcelona conquistase la Liga
y considerándola la última 'tranquila' en el calendario. El encuentro,
que se contemplaba definitivo, fue un fiasco absoluto desde el punto de
vista de Alves, que acogió con estupor el ofrecimiento que le
trasladaron sobre el papel los ejecutivos del club y decidió rechazarlo
que le presentaron y romper unilateralmente y de forma definitiva, al
menos en un principio, las conversaciones.
El enfado del jugador azulgrana fue de tal magnitud que está previsto
que el martes de la próxima semana ofrezca una rueda de prensa en la
que explicará su visión de los hechos, lo sucedido a lo largo de estos
últimos meses, la razón por la que ha roto las conversaciones y, en
definitiva, que, como Xavi Hernández pero en circunstancias muy
diferentes, abandonará el Barça tras la final de la Champions de Berlín
frente a la Juventus.
El futuro de Alves se mantiene en el aire, pero fuentes cercanas a su
entorno admitieron la existencia de una propuesta del PSG que, sin
concretar, mejoraría ostensiblemente lo que le ofrece el Barcelona, por
lo que podría incorporarse al campeón francés el próximo ejercicio.
Lo que parece claro, como colofón a este culebrón que ha quemado una
nueva y peligrosa etapa, es que al club azulgrana se le presenta ahora
un problema de grandes dimensiones por cuanto la sanción de la FIFA que
le prohíbe fichar a ningún jugador y evitará que se le pueda encontrar
un sustituto de garantías.
Luis Enrique, quien siempre ha manifestado su confianza absoluta en
Alves, apenas si ha tenido en cuenta a Martín Montoya, su sustituto
natural de la plantilla, y no ha contado absolutamente para nada con
Douglas, por lo que de confirmarse la salida del lateral comenzará con
un importante déficit en la defensa.
Desde el club no se quiso hacer ninguna clase de comentario al
respecto, y si bien existe una mínima esperanza de que en los próximos
días la situación pudiera reconducirse, desde el bando de Alves la
decisión es, por ahora, irreversible.
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