Cuando Jiménez acaba los 18 hoyos, sonríe y enciende su puro Cohíba quiere decir que algo bueno ha pasado. Así sucedió en la segunda vuelta del Open de España de El Prat donde, en el hoyo 8 (148 metros), El Pisha
empuñó el hierro seis, fijó su mirada en el green y la bola cayó a seis
metros dirigiéndose directamente a la bandera. Parecía imantada. Jiménez se enfundó su palo y bailó a lo Moonwalker, la mítica danza de Michael Jackson. Era la celebración del noveno hoyo en uno de su carrera en el European Tour, e iguala el récord de Colin Montgomerie.
“Mejor que un birdie, ¿no?”, bromeaba al recoger las 288 botellas de
tercio de cerveza que le tocaron de premio. “Me gusta más que la Pepsi. Aunque son distintas. La cerveza relaja y lo otro te excita”, contaba, mientras se bebía su peculiar trofeo.
Jiménez acabó en -1 (a seis del francés Espana,
líder en -7) en un día muy duro en El Prat. “Está muy difícil. El
viento venía por todas partes, del norte, del este, del oeste... De
todos los rincones. Además el campo está muy delicado”, decía El Pisha,
que calificó el torneo de “loquillo” y todos los que superan el corte
tendrán opción a todo. Entre ellos estará Miguel Ángel,
que definió su defensa del título en un spanglish muy peculiar: “¡Like a
cat panza arriba!”. Aunque ya será menos, porque su actuación de ayer
estuvo plagada “de golpes finos” y algún descuido (en el 18 se le escapó
un putt de medio metro).
Con su victoria en 2014, Jiménez en Girona
se convirtió en el más veterano en ganar en el European Tour con 50
años y 133 días. A sus 51, sueña con batir su propio récord. Es el mejor
español situado en el torneo junto a Adrián Otaegui (-1) y Eduardo de la Riva (-1). Peor lo pasó Sergio García (+3), que superó el corte por poco en otro día aciago. “Hago bogeys pegando buenos golpes y eso te hunde”, contaba el de Borriol. Lo positivo es que jugará durante el fin de semana y en El Prat todo puede pasar. “El torneo está loquillo”. Lo dice Jiménez, sonriendo con su Cohíba.
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