HOUSTON -- Hace poco menos de una semana que los Houston Rockets
juegan a ganar o morir; así que el partido de este domingo será como
cualquiera de los dos anteriores en que un triunfo permite alargar su
temporada; una derrota y a casa. La única gran diferencia será que para
el rival, Los Angeles Clippers tampoco hay margen de error.
Los Clippers ya dilapidaron una ventaja de 3-1 en la serie semifinal
del Oeste, que apenas el domingo anterior parecía que dominaban sin
despeinarse; antes de perder de maneras improbables.
Los Rockets ganaron por margen de 21 puntos el martes pasado el Juego
5, luego de perder los dos anteriores por al menos 25 unidades cada
uno.
Pero el jueves anterior fue incluso aún más sorprende que Houston
pudiera recuperarse de una desventaja de 19 puntos que sufrían con dos
minutos por terminar el tercer periodo, antes de ganar 119-107 para
llevar la serie a un séptimo y definitivo encuentro.
"Este partido no será diferente al último que jugamos aquí", dijo el entrenador de los Rockets Kevin McHale,
minutos después de terminar el entrenamiento del sábado en sus
instalaciones del Toyota Center. "Hemos ganado muchos juegos aquí,
frente a nuestra gente, con todo el apoyo del mundo".
"Hace tres partidos que estamos jugándonos la eliminación", agregó.
"Los muchachos han mostrado carácter y el premio después de ganar los
anteriores dos puede ser grande: Ir a las Finales de Conferencia".
Los Rockets terminaron la temporada regular 30-11 en casa y en los actuales playoffs están 5-1.
Pero la misión aún se ve más complicada de lo que aparenta un simple séptimo partido en casa.
En la historia de la NBA, los equipos que han liderado 3-1 al mejor
de siete partidos, se las han ingeniado para ganar la serie 96.5 por
ciento de las ocasiones.
Antes de esta serie, 227 equipos estuvieron en desventaja 3-1 en la
serie y sólo ocho lograron salir adelante; la última vez en la temporada
2005-2006.
"Aquí ya no hay secretos, sólo se trata de jugar duro, con intensidad
todos los minutos sin pensar en nada más", dijo el delantero de los
Rockets Josh Smith
este sábado. "El jueves vimos una prueba de que si jugamos en equipo,
sin darnos por vencido siempre se puede hacer algo más". Los Clippers
ganaban 89-70 con 2:30 por jugarse en el tercer periodo del Juego 6,
pero los Rockets cerraron el partido con un rally de 49-18 para ganar y
forzar al partido de estae domingo.
Quizá la mayor sorpresa fue que lo lograron sin su mejor jugador en la duela, James Harden, quien estuvo en la banca los últmos 13:33 minutos de juego.
Los Rockets derrotaron a los Clippers por 32 puntos totales cuando
Harden estuvo en la banca y perdieron por 20 con él en la duela. De
todos modos, el segundo lugar en la votación de Jugador Más Valioso de
la actual campaña logró 23 puntos.
"Aquí no se trata de ser egoista. No se trata de llevarse el crédito
por cada jugada o cada partido", comentó Harden. "Los muchachos pusieron
un gran espectáculo en el último cuarto y estaban mejor sin mí allá
adentro".
"Tenemos una gran oportunidad de trascender este domingo con un
séptimo juego en casa", dijo Harden. "Tenemos que salir a competir con
todo lo que tenemos y hacer las pequeñas cosas como pelear cada rebote,
buscar los balones divididos, cualquier cosa. Nunca sabes si volverás a
estar en esta situación".
"Cuando llegué aquí, el objetivo era tratar de llegar a playoffs",
añadió. "Ahora la meta es el campeonato o de nada servirá todo el
trabajo de estos meses". Igual sentenció el centro Dwight Howard.
"Venimos a este lugar para competir por un campeonato", afirmó. "Y
ahora estamos un poco más cerca. Tenemos que aprovechar la oportunidad".
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