HOUSTON -- Es difícil creer que los equipos que el martes por la
noche estuvieron en la duela del Toyota Center de Houston son los mismos
que estuvieron en el Staples Center de Los Ángeles el fin de semana
pasado. Incluso, muchos podrían creer que son los mismos conjuntos pero
con intercambio de camisetas.
Esa podría ser la única manera de explicar que un equipo de los
Rockets que perdió por un margen combinado de 58 puntos entre viernes y
domingo, regresó a su casa para vencer 1243-103 a unos Clippers que
llegaron a estar abajo por hasta 23 puntos.
"Es una buena pregunta saber cómo dos equipos pueden ser tan
diferentes de un partido para otro", dijo el base argentino de los
Rockets, Pablo Prigioni.
"Pero hoy hicimos un partido serio en todos los aspectos,
defensivamente, en ataque, jugamos con más paciencia; cuidamos el
balón".
"Hoy fue la mejor versión de nosotros en estos playoffs".
Es más difícil aún creer que el simple hecho de estar en casa motive
de tal manera como para que los Clippers en su duela ganaran ambas
partidos de la serie por al menos 25 puntos.
"Simplemente salimos sin energía, parecía por momentos que ni siquiera queríamos jugar", consideró Blake Griffin,
de manera irónica uno de los pocos Clippers que se salvaron de la quema
este martes. "Ellos jugaron mejor que nosotros en todos los aspectos
del juego. Ellos parecía que lo querían más que nosotros".
Griffin y Chris Paul fueron los que mantuvieron en competencia a Los Ángeles con sus puntos, rebotes y asistencias. Pero sobre todo, con su actitud.
El resto de los Clippers parece que salieron al Juego 5 pensando que
ya era mero trámite, que los Rockets se rendirían. Sin embargo, fue
diferente por completo.
Los Clippers desperdiciaron la primera de tres oportunidades para
conseguir su primer boleto a unas finales de conferencia; sólo quedan
dos a partir del jueves; la última en su casa.
"Todos el día hablamos de salir hambrientos a terminar con esto",
dijo Paul. "Pareció el caso constrario. Como pudieron ver. Ellos fueron
mucho más agresivos".
Los Rockets tienen todos los argumentos para confiar en que esta vez
será diferente en el Staples Center para un equipo que sigue sin perder
tres partidos consecutivos esta campaña y que en caso contrario los
hubiera mandado de vacaciones. Los Ángeles tienen que preocuparse. Los
Rockets fueron el segundo equipo que más partidos ganó en patio ajeno en
todo el Oeste.
Son un equipo que cimentó su segunda siembra en la conferencia en su
dinámica de ambos lados de la duela; su poder ofensivo, su manera de
lograr puntos en rompimientos rápidos y dominio de pintura con uno de
los mejores centros en toda la NBA, Dwight Howard, secundado en buena parte por Josh Smith.
Ese mismo conjunto pareció revivir este martes. Y está en pie de
guerra para cuando llegue el domingo, con la motivación de que una
victoria más enviará la serie de vuelta a Houston, donde ya sería un
volado en un posible séptimo juego.
"Jugamos con mentalidad de ataque y logramos entrar a la zona pintada", dijo el guardia de los Rockets Jason Terry. "Cuando eso sucede, nos abre la cancha por afuera para disparar. Además creo que hicimos buen trabajo pasando el balón".
Para los Clippers, sería una tragedía llegar a esas instancias. Sólo
ocho de 227 equipos se levantaron para avanzar playoffs cuando estaban
abajo en la serie 1-3.
"Los muchachos saben qué nos estamos jugando", dijo el entrenador de
los Clippers, Doc Rivers. "No jugamos con el sentido de urgencia debido.
El margen de error se agota y más cuando enfrentas a un buen equipo
como ellos. El jueves en casa, tenemos que salir a hacer el trabajo".
Pero los Clippers van a tener que hacer mucho más en todos los
aspectos que lo mostrado este martes. Igual para los Rockets, que
deberán olvidarse del bochornoso desempeño de los Juegos 3 y 4 para
intentar repetir la historia del quinto.
"Es un hecho que ellos jugaron con un verdadero sentido de
desesperación y nosotros no", dijo Griffin. "Jugamos como si nos
quedaron un par de balas en la pistola y no podemos hacer eso".
"Tenemos que aprender de este partido y mejorar", añadió. "Aún
tenemos oportunidad de hacernos cargo de nuestro trabajo y jugar como
necesitamos hacerlo".
Más vale para los Clippers, ya que sólo 24 veces en 119 oportunidades
salió triunfante el conjunto visitante, cuando las series de playoffs
requirieron de un séptimo juego.
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