HOUSTON -- Cuando la situación parecía complicarse en el tercer periodo, apareció la figura de Pablo Prigioni.
El guardia argentino de los Houston Rockets
robó tres balones en posesiones casi consecutivas que ampliaron su
ventaja de tres a 10 puntos sobre Los Ángeles Clippers, este domingo en
el séptimo y decisivo partido de la serie semifinal de la Conferencia
Oeste.
"Fue un esfuerzo total de equipo", dijo Prigioni, casi al borde de
las lágrimas de la emoción en el vestidor de los Clippers. "En algunos
momentos aparecía uno, en algunos otros momentos aparecía otro
compañero. En general fue un gran triunfo de equipo".
Los Rockets ganaron 113-100 a Los Angeles Clippers
para convertirse en apenas el noveno equipos que remonta una serie que
el domingo anterior perdían 1-3. Este domingo, Houston dominó de punta a
punta un partido que arrancaron con ventaja de 14-7 con apenas cinco
minutos de juego y una efectividad de 59 por ciento en sus tiros de
campo.
Llegaron a tener ventaja en el partido de hasta 20 puntos y dominaron todos los aspectos trascendentes del juego.
"Creo que salimos muy bien, tuvimos un gran inicio de partido y en
todo momento estuvimos con una actitud muy agresiva defensivamente sobre
todo", explicó Prigioni. "Le dimos muchos problemas a ellos y en ataque
encontramos un buen ritmo que nos permitió ahí abrir una ventaja
tempranera".
"Creo que fue un gran partido en líneas generales", añadió, "tanto a la defensiva como al ataque, jugando con paciencia".
Los Clippers intentaron emerger en el tercer periodo, en el que
redujeron su desventaja hasta los tres puntos con 8:52 por jugarse. Pero
el argentino logró tres robos claves que se tradujeron en otra cómoda
delantera de 10 puntos.
"Pablo hizo un gran trabajo, como ha hecho cada vez que entra desde que llegó al equipo", consideró James Harden. "Siempre está listo para entrar con energía y ayudarnos en todo lo que se requiere. Fue un gran acierto traerlo".
Prigioni dijo que habían sido diferentes momentos en los últimos tres
partidos los que se conjugaron para avanzar a las finales de
conferencia contra los Golden State Warriors.
"Primero fue el venir aquí al quinto partido y no bajar los brazos",
dijo. "Salvar ese primer partido de eliminación y luego ir de nuevo a
Los Ángeles, donde algo se alineó, las estrellas, lo que fuera, para dar
la vuelta a ese partido que nos tenía afuera".
"Fueron un conjunto de cosas", añadió. "También tener la mentalidad y
la cabeza fría para venir aquí a cerrar la serie. Muchas veces haces un
esfuerzo así pero luego cuando hay que cerrarla te cuesta. Así que
tuvimos la paciencia para cerrar el partido de hoy, llevarlo a nuestro
terreno y aprovechar las oportunidades que se nos presentaron".
El argentino salió del vestidor, acompañado como siempre de su
pequeño hijo rumbo a su casa para celebrar con su familia inmediata el
boleto a las Finales del Oeste, antes de viajar a La Bahía californiana
el lunes por la tarde.
"Bueno, estamos contentos porque esto continúa y continúa muy
pronto", manifestó Prigioni, de 37 años. "Así que ahora a descansar, a
recuperar energía y a seguir compitiendo".
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