Los playoffs 2015 de la NBA están siendo un auténtica escabechina.
Día a día, partido tras partido, las noticias sobre jugadores con
molestias o directamente lesionados son algo habitual, pero no por corrientes significan una novedad en la postemporada, pues durante toda la historia de la Liga han existido jugadores que no han podido ayudar a sus equipos a alcanzar la gloria. Aquí algunos ejemplos:
DERRICK ROSE:
los Chicago Bulls estaban exultantes en la temporada 2011-12. La
campaña anterior, Rose había sido MVP y Thibodeau, técnico del año, y el
equipo había alcanzado las finales de Conferencia cayendo contra el
primer proyecto de LeBron James con los Miami Heat. Esos ingredientes
daban a los de Illinois muchas esperanzas, con las Finales de la NBA en
el horizonte 14 temporadas después de las últimas. Con un lockout
de por medio, los Bulls se convirtieron en el primer equipo de la Liga
(50-16) empatados con los San Antonio Spurs. Todo rodaba a las mil
maravillas y los Sixers esperaban en primera ronda.
En el encuentro inicial de la serie, con 1:10 por jugarse y 12 puntos
arriba, Rose seguía misteriosamente en pista, cuando cayó al suelo tras
un salto. Diagnóstico: lesión en el ligamento cruzado anterior. Adiós a la temporada, adiós a los sueños de unos Bulls que cayeron 4-2 ante los de Philadelphia.
MAGIC JOHNSON:
los Lakers tenían la oportunidad de escribir con letras de oro su
nombre en la historia en la temporada 1988-89. El equipo angelino
buscaba el Three-peat (tres campeonatos consecutivos), algo que
sólo habían conseguido hasta esa fecha los Boston Celtics de la década
de los 60 y los propios Lakers antes de mudarse desde Minneapolis a Los
Ángeles en los 50.
Magic Johnson, con su segundo MVP bajo el brazo, aupó a los Lakers
hasta las Finales de la NBA, después de provocar una escabechina durante
las rondas previas: 11-0 y los Detroit Pistons esperaban. Los de
Michigan arrasaron 4-0 aprovechando la lesión en el muslo de Johnson en el segundo encuentro en la refriega contra los Bad Boys de Chuck Daly, que le limitó los minutos y le impidió disputar el cuarto y, a la postre, definitivo partido.
RUSSELL WESTBROOK:
el base de los Oklahoma City Thunder formaba (y forma) una de las
mejores parejas de la NBA junto a Kevin Durant y en la 2012-13, la
siguiente a la de las Finales perdidas ante los Miami Heat de LeBron
James, todo hacía suponer que volverían a ellas, pero la primera ronda
deparaba a OKC una ingrata sorpresa.
Beverly se lanzó sin sentido sobre Westbrook cuando este iba a
solicitar un tiempo muerto en el segundo partido. Chocó con su rodilla y
le provocó un desgarro en el menisco. A pesar de ello,
jugó ese encuentro y anotó 29 puntos. Al día siguiente, se reveló el
alcance de la lesión y el punto final a su temporada. Los Thunder
pasaron la ronda, pero Memphis acabó con ellos en las semifinales del
Oeste.
ISIAH THOMAS: los Bad Boys
de Detroit edificaron durante la década de los ochenta un equipo y un
estilo que pasó a la historia. Entre los grandes nombres que se
recuerdan, había uno que brilla por encima del resto: Isiah Thomas. El
base, número dos del draft de 1981, alcanzó las Finales de la NBA por
primera vez en su carrera en la campaña de 1987-88 y ahí le esperaban
Los Angeles Lakers.
Detroit sorprendió dominando la serie 3-2 antes del fatídico sexto encuentro en el que Thomas sufrió un esguince en el tobillo.
Sin embargo, eso no evitó, que volviera al partido y anotara 25 puntos
en el tercer cuarto (récord de la NBA). La falta más que dudosa de Bill
Laimbeer sobre Kareem Abdul-Jabbar dio la victoria a unos Lakers que se
llevaron el último y definitivo duelo.
KEVIN GARNETT:
los Boston Celtics 2008-09 estaban pletóricos. Comenzaban el curso como
campeones de la NBA después de 21 temporadas de sequía. Su inicio,
fuerte y decidido, mostraba sus intenciones de alzarse de nuevo con el
trofeo Larry O’Brien. 27-2 al abrirse la Liga. Pero un par de meses
antes de los playoffs, Kevin Garnett, una de las piezas centrales del
proyecto, se lesionó la rodilla.
Se las arregló para jugar cuatro partidos de Liga Regular con minutos
limitados antes de la postemporada, pero no pudo llegar al final. Los
Celtics vencieron en siete partidos a los Bulls, para cayeron en la
siguiente ronda contra Howard y los Orlando Magic, subcampeones ese año.
JAMES WORTHY:
los Lakers ya habían ganado dos campeonatos en la década de los 80
(1979-80 y 1981-82), cuando James Worthy aterrizó desde la universidad
de North Carolina. El futuro Hall of Fame reforzó al equipo angelino en
la búsqueda del segundo título consecutivo en 1983.
Por desgracia, el novato se fracturó la pierna y se
perdió el final de la temporada. Los Lakers llegaron a las Finales, pero
los Sixers estaban decididos a vengarse de las Finales perdidas la
campaña anterior.
KENDRICK PERKINS:
en la temporada 2009-10, Lakers y Celtics se enfrentaron en las
Finales. Con 3-2 a favor de Boston, la serie se trasladó a Los Ángeles.
El equipo de Kobe Bryant y Pau Gasol se encaminaban a forzar el séptimo
partido, cuando Perkins, uno diferente del que estamos acostumbrados a
ver ahora, sufrió una lesión en la pierna izquierda.
Rasheed Wallace (11 puntos y 8 rebotes) cubrió su ausencia de forma
brillante en el definitivo duelo, pero siempre quedará en la mente de
los célticos la duda de qué habría pasado si el ausente pívot lo hubiera disputado.
DIRK NOWITZKI:
el alemán ayudó a transformar a los Mavericks de uno de los peores
equipos de la NBA a claros candidatos en el Oeste. Y en 2003, los Mavs
parecían realmente preparados para asaltar el trono de la Conferencia y
los Spurs eran su última piedra en el camino para alcanzar las Finales.
Robaron el primer encuentro en San Antonio, pero en el tercero, Nowitzki
se lesionó la rodilla y no jugó más esa campaña.
Resultado final: 4-2 para unos Spurs que serían los campeones, pero ¿qué
habría pasado si el ala-pívot hubiera participado en el resto de
partidos?
ANDREW BYNUM: el 13 de enero de 2008, Andrew Bynum cayó lesionado de la rodilla
ante los Memphis Grizzlies. Adiós a su temporada y una pregunta en el
aire: ¿habrían ganado los Lakers esa temporada la NBA? Con el pívot
sano, más la llegada de Pau Gasol, los angelinos alzaron el trofeo Larry
O'Brien las dos siguientes temporadas...
JOE JOHNSON:
los Suns lo tenían todo para triunfar. Stoudemire y Nash condujeron a
los de Arizona al mejor récord en la temporada 2004-05 (62-20) y los
playoffs pintaban muy bien. Grizzlies y Mavericks no fueron rivales y en
la final del Oeste esperaban los Spurs, a la postre los campeones.
Antes de llegar ahí y ante los Mavs, Joe Johnson sufrió una fractura del hueso orbital del ojo
en el segundo partido. Los Suns no pudieron contar con su especialista
desde la línea de tres (47%) y lo pagaron ante los texanos.
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