James Harden tiene desde anoche el dudoso honor de ser el jugador que más balones ha perdido en un partido de playoff. El escolta de los Rockets, que llevaba 8 al descanso, acabó con 13, cifra que supera el tope que estableció John Williamson (New Jersey Nets) en 1979, cuando acabó con 11 en la derrota de su equipo ante los Sixers.
En los últimos treinta años sólo cinco jugadores han perdido diez o más balones en un partido de playoffs.
Él último en hacerlo fue… él mismo en el cuarto partido de la primera
ronda de 2013 ante los Thunder. Junto a él también acabaron con dobles-dígitos LeBron James (dos veces), Tim Duncan, Kevin Garnett, Penny Hardaway y Kevin Johnson.
“Es especialmente duro perder de esta manera, sobre todo para mí. Me
presiono mucho para jugar bien cada noche”, comentó tras la debacle y la
eliminación de su equipo, James Harden. “Y en ocasiones no lo
consigues, no estás bien. Anoche fue una de ellas. Trece pérdidas son inaceptables.
Si analizas la serie, en los dos primeros partidos regalamos alguna
acción. La final podría haber sido muy diferente. Sólo pensamos en ello
cuando ya es demasiado. Debemos asegurarnos de no regalar canastas
fáciles”.
Harden, cuya aportación también se puede resumir en ese número 13 (2
canastas, 6 rebotes y 5 asistencias), se quedó a una pérdida del récord absoluto, los 14 de Jason Kidd (en 2000) y de John Drew (1978).
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