jueves, 28 de mayo de 2015

as
Nadal suprime a Almagro
El 22 de diciembre de 1944, en plena ofensiva de Las Ardenas, las tropas acorazadas alemanas tenían cañoneada y cercada la ciudad belga de Bastogne. El general alemán Von Luttwitz, al mando del 47 Cuerpo Panzer, mandó emisarios con poderes para lanzar un ultimátum de rendición al general Anthony McAuliffe, comandante en jefe de Bastogne y de la 101 División Aerotransportada estadounidense. "Estáis chiflados ("nuts") fue la memorable respuesta de McAuliffe a los emisarios de Lüttwitz. Pocos días después, Bastogne fue liberada por los refuerzos de Patton y el ridículo de Lüttwitz puso hecho una furia al gran jefe directo del ataque alemán a la ciudad: el Barón Manteuffel.
En los últimos días de mayo de 2015, París no es como los húmedos bosques de Las Ardenas -más o menos cercanos-, aunque algo se le parece. Un drástico cambio meteorológico ("el clima sigue avisando estéis donde estéis en el planeta", claman augures en Twitter) hizo sacar los abrigos. Los que a primera hora de la mañana recorrían la Ciudad de la Luz en alegre ropa veraniega tuvieron que sacar trincheras y chubasqueros para instalarse en la Pista Philippe Chatrier, la Central de Roland Garros: con no más de 16 grados a las 13:00 horas. Ahí, estos grises días parisinos, el campeón, Rafael Nadal Parera, puede parecer tan acosado como lo estaban McAuliffe, la 101 Aerotransportada y Bastogne, aquellos días del contragolpe de Las Ardenas.

Pero de momento, la artillería de Nadal, el defensor del título en el Bosque de Bolonia, sigue enviando un mensaje tan inequívoco como el de McAuliffe a Lüttwitz y Manteuffel, aquellos días de furia en 1944. Todavía no ha salido de los labios de Nadal la expresión 'chiflados'. Pero en toda su gestualidad, entrenamientos, y hasta en el sonido ronco con que ruge su bola, Nadal, nueve veces campeón, va enviando un mensaje a las tropas invasoras: "Soy duro de derrotar, chicos" exactamente la respuesta escrita que McAuliffe envió a Lüttwitz, cuyos emisarios no entendían aquello de 'Nuts'.
Y, con derechas paralelas, reveses angulados y una movilidad como la de sus mejores días, Rafa Nadal derrotó a Nicolás Almagro (hoy, número 154 del mundo) tras dos horas y 19 minutos de combate. Fue sin que Rafa cediera un solo set al murciano... como en sus tres duelos anteriores en Roland Garros: 6-4, 6-3, 6-1. Con generosidad agresora (servicios hasta 211 km/h) pero no demasiado cerebralmente, al igual que los atropellados carros de Von Lüttwitz, Almagro intentó llegar por todos los medios al corazón de Bastogne/Nadal: pero Nadal/Bastogne eliminó cada intentona de Almagro con lo que podría definirse como "fuego de supresión": volumen constante de fuego con bolas como balas trazadoras contra probables objetivos durante el avance. Martillazos planos, liftados, barriendo toda la línea del frente de Almagro...
Pese a sus 33 golpes ganadores , Almagro quedó reducido a fustigarse con expresiones como "lamentable" y algunas otras más transgresoras aún. La soberbia resistencia de Nadal (31 tiros ganadores, solo 16 errores no forzados, cuatro en el segundo set) intervino decisivamente en un buen puñado de los 38 errores no forzados de Almagro, que concedió 16 ocasiones de 'break' bajo su servicio... de las que Nadal aprovechó seis. Rafa solo toleró una rotura en contra (1/7) ganó el 73% de puntos con primeros saques y 43% con segundos. Para Almagro, 55% y 47% en esos dos departamentos. Nadal sirvió cinco saques directos con punta a 201 km/h. Curiosamente, Rafa recorrió durante el partido 315 metros más que Almagro: 2437-2122. En dieciseisavos (tercera ronda), Nadal chocará con el ruso Kuznetsov, que ganó a Melzer por 6-1, 5-7, 7-6 y 7-5. 
"He jugado un muy buen partido, muy sólido, y estoy muy contento: Nicolás Almagro siempre es un jugador difícil para mí. Los golpes han sido agresivos y la movilidad, mucho mejor. Siempre que estoy en Roland Garros, la pista más importante en mi carrera, doy lo mejor de mí", dijo Rafael Nadal a Fabrice Santoro, que había descrito el partido del campeón como 'prácticamente perfecto'. Y cuando dijo esas cosas, en inglés y francés, Nadal tenía un aire a aquel general McAuliffe, el defensor de Bastogne: se le veía muy duro de derrotar.

0 comentarios:

Publicar un comentario