La relación entre Shaquille O'Neal y Kobe Bryant fue mala desde el primer día.
No es un secreto, ni una revelación extraordinaria, pero cada año que
pasa se van conociendo más detalles del agrio comportamiento que ambos
se dispensaban.
El nuevo capítulo nos lleva a 2004, una campaña en la que los Lakers perdieron las finales de la NBA ante los Detroit Pistons con un equipo de sueño: el Fab Four que aglutina a los dos jugadores y a las grandes estrellas Karl Malone y Gary Payton,
que habían aterrizado en la soleada california en busca del anillo con
sueldos muy alejados de su categoría dentro de la Liga estadounidense.
La situación del equipo estuvo salpicada durante toda la campaña por
las acusaciones a Kobe por agresión sexual, que tuvo al escolta
trasladándose continuamente a Colorado, y por el final del contrato
tanto del escolta como de O'Neal. La decisión final acabó con la salida del pívot a los Miami Heat.
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Lo deportivo tapaba esos problemas, aunque al final acabaron
por estallar. Hubo muchos cruces de declaraciones entre las dos
estrellas, pero uno en particular alteró todo el ecosistema laker ese curso. John Black, vicepresidente angelino de relaciones públicas narra a Bleacher Report ese negro capítulo:
"Se decían cosas el uno sobre el otro, tanto en público como en
privado, pero nunca hubo una confrontación real salvo en dos o tres
ocasiones. Como por ejemplo cuando Kobe aseguró en una entrevista que
Shaq era gordo y vago. Pero hubo otra realmente peor antes. Fue en 2004, cuando Brian Shaw tuvo que apartar a los dos jugadores mientras O'Neal profería amenazas de muerte contra Kobe".
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