BRISTOL -- El ex apoyador de los New Orleans Saints, Jonathan Vilma, quien fue suspendido inicialmente por un año antes de pelear y ganar su caso contra la NFL tras el escándalo de las recompensas, ofreció un consejo al mariscal de campo Tom Brady, quien enfrenta una situación similar.
"Le diría a Brady que pelee la emoción de defenderse públicamente,
contrate un abogado y comience a divisar un plan de juego para vencer a
la NFL a través del sistema [de justicia]", escribió Vilma en un mensaje
de texto.
Vilma contrató a su propio abogado --Pete Ginsberg-- harto del
proceso de apelaciones de la liga, y llevó a la NFL y al comisionado
Roger Goodell a una corte federal. Eso le brindó poder necesario para
que Goodell designara al ex comisionado, Paul Tagliabue, como
conciliador neutral.
Tagliabue desechó "todos los castigos" que Goodell le había impuesto a
Vilma y al ala defensiva Will Smith por participar en el programa de
los Saints que recompensaba golpes para lesionar, y a dos jugadores que
ya no estaban en el club, el apoyador de los Browns, Scott Fujita, y el
liniero defensivo agente libre Anthony Hargrove.
Vilma, suspendido el año completo por Goodell, y Smith, vetado cuatro
juegos, jugaron mientras sus apelaciones estaban pendientes. Fujita,
quien enfrentaba sanción de un partido, estaba en las reservas por
lesión. Inicialmente, la suspensión de Hargrove se mantuvo por ocho
semanas pero se redujo a siete con el crédito de sus primeros cinco
juegos perdidos como agente libre, lo que redujo la sanción a dos
partidos.
Vilma duda que los protocolos requeridos por el acuerdo colectivo de
trabajo le permitan a Brady triunfar en su apelación a la liga por su
rol en el asunto de los balones desinflados. Brady tiene hasta las 17:00
ET del jueves para presentar su apelación. Una fuente compartió que él
se ha involucrado con la Asociación de Jugadores de la NFL por primera
vez y que el sindicato asumirá el control en la defensa de Brady.
Tanto los Saints como los Patriots fueron castigados no sólo por
violar las reglas de la liga sino por fracasar en su cooperación a las
investigaciones de la NFL.
Pero, mientras Goodell lideró la investigación del escándalo de los
Saints y determinó el castigo, la liga contrató a Ted Wells para
investigar a los Patriots y a Brady, y Goodell delegó al ejecutivo Troy
Vincent para determinar las sanciones. Vilma confía en que esas
diferencias incrementen el reto a Brady, cuya apelación será escuchada
por Goodell o un designado; probablemente Harold Henderson.
"Nosotros basamos nuestro argumento en que Goodell era el rostro de
una cacería de brujas del BountyGate (recompensas)", dijo Vilma. "Él no
lo ha hecho esta vez. No sé cómo acusar a Goodell de estar muy sesgado
para ser conciliador. Yo fui capaz de probar que estaba sesgado y
después dejé que todos los hechos salieran en su curso natural".
Vilma dijo que era difícil mentalizarse para un juego cada semana
cuando al mismo tiempo estás involucrado en un desafío a la liga.
Probablemente sea aún más difícil para un mariscal de campo como Brady,
tomando en cuenta sus responsabilidades.
"Simplemente te pesa porque, no importa lo que hagas sobre el campo,
las únicas preguntas que recibirá serán del Deflategate", dijo Vilma.
Otro capítulo interesante: el agente Don Yee, quien representa a
Brady, también representaba al entrenador de los Saints, Sean Payton,
quien sigue siendo el único head coach en la historia de la NFL que han
suspendido, luego que se perdió un año.
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