Los Blackhawks ya son dinastía. El equipo de Chicago venció a
los Tampa Bay Lightning 2-0 en el sexto partido de unas series finales
muy disputadas. Con esta Stanley Cup, la sexta de su historia y la
tercera en las últimas seis temporadas, se convierte en el cuarto equipo
más laureado de la NHL por detrás de Canadiens (23 títulos), Maple
Leafs (13) y Red Wings (11).
Tampa Bay no se rindió en ningún momento en la que fue una de
las series finales más apretadas de los últimos tiempos: cinco de los
seis partidos fueron decididos por un solo gol. Corey Crawford, portero
de Chicago, y Duncan Keith, defensa, estuvieron particularmente enormes y
fueron clave en la conquista del título.
Los Blackhawks eran uno de los favoritos al título con
delanteros como Jonathan Toews y Patrick Kane, pero en el camino a la
Stanley Cup benefició de esfuerzos hercúleos de jugadores menos celebres
como Antoine Vermette y Teuvo Teravainen.
El triunfo de anoche marca la primera vez que Chicago logra
celebrar el título en suelo propio desde 1938. Desde entonces, los
Blackhawks habían ganado tres Stanley Cups (1961, 2010 y 2013), pero
todos como visitante. Anoche, el United Center pudo ponerse en pie para
sus héroes mientras levantaban la ansiada copa.
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