Desde luego la Summer League de Las Vegas no tiene más valor que medir a outsiders en busca de hueco en la liga y tomar contacto con la nueva generación de rookies. Esta vez ganaron los Spurs, que remontaron a los Suns (93-90)
al abrigo del bombardeo de Treveon Graham (no drafteado, 22 puntos),
Jonathan Simmons (habitual de la D-League, 23 puntos) y el a la postre MVP Kyle Anderson
(número 30 en 2014, apenas 10 minutos por partido con los Spurs la
pasada temporada). Anderson anotó 15 puntos, capturó 7 rebotes y
repartió 4 asistencias. En formato capitán general, ha promediado en Las Vegas 22 puntos y 5,8 rebotes. En los Suns brilló Mike James, base del Baskonia (32 puntos) y ese TJ Warren de excelentes posibilidades (número 14 del draft de 2014: 17 puntos, 6 rebotes).
Anderson forma en el Mejor Equipo junto a Seth Curry (Pelicans), Norman Powell (Raptors), Doug McDermott (Bulls) y TJ Warren. En el Segundo Equipo
han sido incluidos Emmanuel Mudiay (Nuggets), Larry Drew II (Pelicans),
Dwight Powell (Mavericks), Noah Vonleh (Blazers) y Alan Williams
(Rockets).
Pero lo mejor de estos Spurs es que, al contrario de lo habitual en
casi cualquier equipo durante esta competición veraniega, se han
parecido bastante a los Spurs de verdad, con ese ineludible aroma a Popovich que impregna todo en la franquicia texana. Y lo ha hecho, y ha ganado, con Becky Hammon al frente. La exjugadora ha hecho historia al ser la primera mujer en dirigir a un equipo NBA.
Y lo ha hecho además ganando: “no nos paramos a pensar si es o no una
mujer. Es nuestra entrenadora y cuando habla, le escuchamos”, dijo
Jarrell Eddie, uno de sus jugadores. Así de sencillo es todo cuando caen
ciertas barreras.
Todo fue tan estilo spurs que Popovich le dijo a Hammon tras el triunfo que se tomara “una buena copa de vino”. La bendición de Pops a su asistente,
que felicitó a sus jugadores: “El mérito es de ellos, encontraron una
buena química colectiva, se ayudaron en defensa. En los últimos dos o
tres partidos defendimos muy bien. Eso es de lo que más orgullosa estoy.
En San Antonio tenemos una forma de hacer las cosas y a eso nos
remitimos. Valoramos el carácter de los jugadores y esto grupo al que he
dirigido lo tiene. Todos, hasta los que han jugado menos, se han
implicado al máximo”. En cuanto a la cuota de acontecimiento histórico
que le toca, prefiere pasar de puntillas: “Honestamente, no me había
parado a pensar en si era muy importante o no hasta que empezó a sonar
sin parar el teléfono. Agradezco esta oportunidad y seguiré trabajando
para tener otras”.
Y a juzgar por lo que dicen esos jugadores, esas oportunidades llegarán. Habla Jonathan Simmons: “Es una entrenadora de jugadores.
Y eso es algo que valoramos mucho. Ha hecho un gran trabajo, con mucha
entereza en todo momento, haciendo siempre lo que tenía que hacer… Para
nosotros ha sido bonito formar parte de algo que será recordado como
histórico. Me alegro mucho por ella. Apenas le conocía hace unos días
pero ya le adoro”.
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