Miguel Cabrera va camino de romper todos los récords ofensivos para venezolanos en MLB.
Omar Vizquel
acababa de igualar el récord de 2.677 hits conectados por Luis Aparicio
y sonreía con felicidad. En mayo de 2009, a los 42 años de edad,
comenzaba la última etapa de su carrera. Jugaba con los Rangers de
Texas.
"Nunca imaginé que algún día sería yo el venezolano con más imparables en las Grandes Ligas", confesó esa tarde.
La marca de Aparicio cayó y el ex shortstop caraqueño redondeó una
trayectoria brillante, que algún día quizás le permita lucir una placa
en Cooperstown. Pero no vaciló en responder con humildad cuando escuchó
la pregunta obligada: ¿quién es el candidato a arrebatarle el registro?
"Miguel Cabrera", soltó Vizquel. "Ese muchacho nos va a romper los récords a todos nosotros".
Cabrera, por aquel entonces, acababa de cumplir 26 años de nacido y
estaba en su segunda temporada en la Liga Americana, después de cinco
torneos en la Nacional. Ya había sido líder jonronero una vez en el
joven circuito. Pero lo mejor estaba por empezar.
Bob Abreu, Magglio Ordóñez, Andrés Galarraga, el propio Aparicio; todos
han respondido lo mismo una o mil veces, al buscar al toletero que
conquistará esta o aquella frontera.
No importa el renglón ofensivo del que hablen. El nombre que asoman
siempre es el mismo. Una Triple Corona y tres títulos de bateo después,
es fácil darles la razón.
El inicialista aragüeño sobrepasó a Galarraga como el mayor empujador de
carreras de la embajada de Venezuela en el beisbol mayor.
Al
Gran Gato le tomó 19 campañas llegar a 1.425, esa cifra que alguna vez
pareció descomunal entre los herederos del Patón Carrasquel.
No es otro tope más, el que acaba de conseguir el slugger de los Tigres
de Detroit. Es, probablemente, su consagración como el mejor bateador de
todos los tiempos entre los compatriotas del gran Aparicio.
Ya es el máximo jonronero, el único sobre 400 y contando. También le quitó ese tope a Galarraga.
Tiene el mejor average, con .321, desplazando a Ordóñez. Tiene el mejor promedio de embasado, con .399, superando a Abreu.
También tiene el mejor slugging, con .564, superior al Gato. Y el mejor OPS, con .963, un sitial que le arrebató a Ordóñez.
Incluso muestra el mejor WAR. Este año dejó atrás a Abreu, sin
importarle que al Comedulce le tomara casi dos décadas de esfuerzo para
ser el número uno entre sus paisanos. Según la fórmula de Baseball
Reference, tiene 63.4 contra 59.9 del ex jardinero, con apenas 13
zafras.
Faltan hitos, todavía. Aún no es el número uno en dobles o anotadas.
No importa. A este paso, no transcurrirá mucho tiempo antes de que Abreu vea cómo le arrebata ambos sitiales.
También le falta ser el número uno en hits. A sus 32 años de edad, está
acercándose a los 2.300. Así que necesita unos cuatro torneos más para
llegar a 2.877, la marca actual.
Allí le espera Vizquel. Lo tiene más que claro desde 2009.
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