“Me parece ridículo que alguien pueda pensar que vas a poner un motor en una bicicleta en una carrera profesional”, dijo este lunes Alberto Contador tras la recepción en la Comunidad de Madrid, para salir del paso de las acusaciones que ha recibido hoy en una información de L’Équipe, firmada por Philippe Brunel, bajo el título ‘El teatro de Contador’.
Este mismo periodista y este mismo rotativo francés ya calificó de “misteriosa” la avería que sufrió Contador en la 16ª etapa camino del Mortirolo. Un día después, la UCI sometió a un control por sorpresa a la bicicleta de Contador, junto a las de otros cuatro corredores.
L’Équipe insiste hoy: “El madrileño ganó su
segundo Giro, por delante de Fabio Aru, alterado por su 'falso'
pinchazo en el descenso del Aprica el pasado martes”. Y explica así el
incidente: “Contador cuenta cómo Basso le había dado su rueda. Pero el
italiano debería haber terminado, lógicamente, en el borde de la
carretera con el pinchazo en la mano (según Contador, debido a un clavo,
como se colgó esa misma noche en Twitter en una foto de Oleg Tinkov),
pero este retomó la ruta sin esperar a su coche técnico. Eso nos lo dice
un fotograma de la RAI en el que vemos a Basso apretar la rueda
trasera, lo que es confirmado por un funcionario de la RCS (empresa
organizadora del Giro), presente detrás del pelotón: "Basso partió si
arreglar su avería. Contador, por lo tanto, no tenía un pinchazo,
simplemente cambió la rueda”.
El periódico L’Équipe ilustra esa información con una fotografía de Contador montado sobre una bicicleta eléctrica, en la que se desplazó el domingo desde el bus de su equipo hasta el podio para la ceremonia de Milán.
0 comentarios:
Publicar un comentario