Rafael Nadal ya pisa sus décimos cuartos de final en Roland Garros, pero esta vez no será como las siete que hubo desde 2007: por primera vez desde 2006, Novak Djokovic (6-1, 6-2 y 6-3 a Richard Gasquet en la Chatrier) es el rival señalado para cruzarse esta ronda de los ocho mejores con el nueve veces campeón de Roland Garros.
Solo que, obviamente, resulta sideral la diferencia entre este
Djokovic, ahora abrasador número uno del mundo, y aquel semiadolescente
de 2006.
En una faena que arrancó dos horas antes que el asunto entre Djokovic y Gasquet, y ya de regreso en la Pista Suzanne Lenglen, Nadal produjo un bastante sufrido triunfo sobre el estadounidense Jack Sock, número 37 del mundo: 6-3, 6-1, 5-7 y 6-2,
a través de dos horas y 52 minutos. Nadal cedió así su primer set del
torneo pese a apuntarse nueve de los 21 puntos de rotura que jugó bajo
los servicios de Sock, con nueve saques directos y velocidad punta a 215
km/h. Sock solo sumó el 47% de puntos con segundos saques... pero fracturó por cuatro veces (4/7) los turnos de servicios de Nadal.
Los dientes de sierra que Nadal vivió en el encuentro con Sock, sobre
todo en el tercer set, parecen cuestionar su confianza ante la eventual
cita con Djokovic. Nadal sirvió para ganar el partido con 5-4 en la tercera manga, pero dejó escapar esa ocasión: fue justo después de que, con 30/40 para Sock en ese juego, el árbitro francés Damien Dumusois le aplicara a Rafa el segundo de dos 'warnings' por pérdida de tiempo al sacar: el primero también había sido en otro punto de rotura para Sock en ese tercer set... y Sock también lo ganó.
"Todo el mundo tiene un plan... hasta que se lleva el primer puñetazo en la boca", dijo una vez Mike Tyson.
El plan obvio de Sock, el pegador de Nebraska, pasaba por punzar el
costado de revés de Nadal con un bombardeo en alfombras de bolas... sin
demasiado mordiente: Sock no quería incurrir en demasiados errores no
forzados, pero tanta repetición metódica dio tiempo a Nadal para
calentar golpes, controlar el revés sin apuros o, peor para Sock,
quitarse con el 'drive' invertido y masacrar los ataques del americano.
La entrada del 'napalm' del 'drive' cruzado y pesado de Nadal era
bastante parecida para Sock a lo que podía ser ese puñetazo en la boca
que anticipaba Tyson. Lo que le quedaba Sock era creer en lo
imposible... y Sock creyó, pese a que Nadal se colocó por dos veces en el tercer set con 'break' y servicio,
pero Sock quebró a Rafa en 4-3 y en el citado 5-4... para terminar
sorprendiendo con un inopinado 5-7 que extendía la tarde de la Lenglen
hasta el cuarto set que Nadal amarró con sendos 'breaks'. Aún sobre la
Lenglen, Nadal declaró a Pioline: "El mérito de lo que pasó en
el tercer set hay que dárselo a Jack Sock, que es un gran jugador con un
gran futuro. Con Djokovic será un partido durísimo: él es el número uno y apenas ha perdido en 2015. Espero apoyo del público: mi casa está aquí en París. Este es el torneo más importante de mi carrera y espero estar listo para poder ganarlo otra vez".
"Era difícil para mí jugar con un francés en la Chatrier, Gasquet,
pero sabía que el público de la Chatrier iba a tener mucho 'fair play' y
así ha sido. Estoy excitado por llegar a la cita con Nadal: es el mayor
desafío que se puede tener en el tenis, jugar en Roland Garros contra
Nadal, que aquí solo ha perdido un partido", dijo Djokovic a Fabrice
Santoro en la Chatrier.
En el 'cara a cara' total con Djokovic, Nadal manda por 23-20, con 14-5 para Rafa en tierra batida... y 6-0 en Roland Garros desde que ambos se midieron por primera vez en los Internacionales de Francia, en los cuartos de 2006. Pero en 2015, Djokovic
no ha perdido aún sobre tierra, ha firmado los títulos en los Masters
1.000 de Montecarlo y Roma y llegará a la cita más esperada con balance
de 14-0 en la temporada sobre arcilla ocre: los únicos dos
partidos que Novak ha cedido desde principios de año fueron sobre las
pistas duras de Doha (Karlovic) y Dubai (Federer). Si pinta bien o mal,
el miércoles será el mejor día para saberlo.
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