La Southwest, que la temporada pasada metió a sus cinco equipos en playoffs y firmó tal vez la mejor campaña de una División en toda la historia de la NBA, añade otra figura para la próxima temporada: Ty Lawson jugará a en Houston Rockets,
donde va junto a una segunda ronda (2017) a cambio de una primera
protegida (2016) y cuatro jugadores. Tres de ellos con pasado ACB: Pablo Prigioni, Kostas Papanikolaou, Joey Dorsey y Nick Johnson.
El contrato delalero griego no está garantizado y el del base argentino
sólo parcialmente. Así que los dos podrían estar fuera de Denver antes
del inicio de la temporada.
Denver da a cambio de casi nada a su referente de las últimas temporadas, un asunto que parecía cantado (como el propio Lawson vaticinó a su manera en la noche del draft) desde que la franquicia eligió con el número 7 del pasado draft a Emmanuel Mudiay, desde ahora nuevo base y rostro del equipo de las Rocosas. Lawson asiste a su mudanza desde un centro de rehabilitación en Los Angeles,
al que llegó tras su segunda detención del año por conducir bajo los
efectos del alcohol. El cambio de aires, que parecía necesario, será un
buen termómetro para medir la profundidad de los problemas personales
del base, una gran adquisición para Houston si se mide sólo lo
estrictamente deportivo. Los nuevos Nuggets de Michael Malone liberan, finalmente y dentro de su complicada reconstrucción, los más de 25 millones que cobrará Lawson hasta el verano de 2017.
Para los Rockets la jugada es muy positiva y culmina la búsqueda de Daryl Morey de un tercer gran jugador que unir a James Harden y Dwight Howard.
Uno, eso sí, de menor rango que los que se han escapado en las dos
últimas temporadas: Carmelo Anthony, Chris Bosh, LaMarcus Aldridge,
Kevin Love…
Lawson (27 años) es en su mejor versión un base que ronda el nivel All Star y que la pasada temporada firmó más de 15 puntos y 9 asistencias por partido. Su escaso 1,80 le ayuda muy poco en la parcela defensiva, asunto complicado si forma backcourt con Harden y donde es muy inferior a Patrick Beverley,
renovado por los Rockets. Pero en ataque convertirá a los Rockets en un
equipo todavía más peligroso. Es sencillo: con McHale, Houston saca sus
puntos básicamente del juego en transición, del tiro de tres puntos y
de las jugadas de pick and roll. En el tiro exterior Lawson ha
ido cayendo a lo largo de su carrera del 41% al pobre 34 de la pasada
temporada. En los otros dos aspectos, es un consumado especialista:
tanto en las jugadas de bloqueo y continuación como, y dada su
velocidad, en el juego en transición. Por eso su mejor versión se vio con George Karl: en la temporada 2012-13 sólo LeBron sumó más puntos para su equipo (combinando anotación y asistencias) que él jugando a la carrera.
Sólo los Warriors jugaron más rápido que los Rockets la temporada ypero
el equipo texano, finalista del Oeste, fue sólo duodécimo en rating ofensivo
durante la Regular Season. Así que la llegada de Lawson, y más por el
casi nulo coste que ha tenido para la rotación del equipo, parece un
riesgo bien calculado.
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